“No sólo es el día del idioma”

 

Como es sabido, en 1991 se promulga la Constitución Política de Colombia para regir, a partir de entonces, las leyes de nuestro país y, según la cual, el castellano es el idioma oficial de Colombia, pero las lenguas de los grupos étnicos son también oficiales en sus territorios, por lo que “la enseñanza que se imparta en las comunidades con tradiciones lingüísticas propias será bilingüe”, dice la Constitución.

 

De allí que, en 1992, la Presidencia de la República solicitó a la Universidad de los Andes la traducción de la nueva Constitución a las lenguas indígenas. Fue el profesor Jon Landaburu quien se encargó de dirigir una traducción colectiva en las comunidades indígenas con talleres en siete lenguas. Allí, siete lingüistas nativos hablantes de su lengua, y formados por él y por investigadores del Instituto Caro y Cuervo, con la asistencia de siete abogados indigenistas, trabajaron durante dos años.

 

El resultado fue, según el profesor  Landaburu, apasionante, porque la traducción de una terminología jurídica para personas que viven en el bosque, que son pescadores o campesinos, planteó una serie de problemas filosóficos, semánticos, jurídicos ¡interesantes!, donde se trata de articular nuestro pensamiento urbano letrado y judeo cristiano, con mundos muy diferentes. Así, más que la traducción de la Constitución como tal, es la reflexión colectiva de los Indígenas sobre sus propias leyes y cómo se articulan éstas con las de las otras razas. Esto permitió, una toma de conciencia moral, política y cultural.

 

En 1993, el Ministerio de Educación Nacional, en cabeza de Carlos Holmes Trujillo, y atendiendo a la Constitución política de Colombia, recomendó a través de una directiva ministerial, a las instituciones públicas y privadas dedicar, no un día para homenajear el idioma español, sino la semana del 23 de abril para dedicarla al conocimiento y difusión de todas las lenguas que se hablan en Colombia.

 

El español llegó al continente americano a través de los sucesivos viajes de Colón y, luego, con las oleadas de colonizadores que buscaban en América nuevas oportunidades. En su intento por comunicarse con los indígenas, recurrieron al uso de gestos y luego a intérpretes europeos o a indígenas cautivos para tal efecto, que permitiesen la intercomprensión de culturas tan disímiles entre sí mismas, pero no quiere decir esto que aquí en América no existieran lenguas bien constituidas, bien estructuradas y bien funcionales para la comunicación en toda la extensión de este concepto.

 

De allí que, tal como lo defiende la historiadora antioqueña Marta Aliña Álvarez Tobón en un artículo publicado en la Revista Educación y Pedagogía, Volumen 13, Número 31, es de considerar el llamado “día del idioma” como “inconstitucional” porque además de la fundamentación legal, para Colombia el español o castellano no es una lengua propia, materna, “sino una lengua impuesta, que nos ha modelado en el monolingüismo y la madrasticidad lingüística” y, a pesar de todo, en nuestro país, después de cinco siglos de la llegada de los españoles, perduran, al menos 64 lenguas autóctonas. Sin embargo, es de reconocer, también, que esta lengua española o castellana a partir del siglo XV se enriqueció y transformó muchísimo, tanto que deberíamos hablar, más bien, de “el Español americano”, tal como lo defiende el lingüista colombiano José Joaquín Montes Giraldo.

 

El llamado Día del Idioma es una conmemoración, en la cual también participamos, organizada por el Instituto Cervantes de España, para celebrar la importancia del Español como lengua internacional, es la segunda lengua más importante del mundo y la tercera más hablada, pues ya cuenta con más de 500 millones de hispanohablantes y se extiende por todo el planeta. El castellano, como hoy lo conocemos, es fruto de un proceso de decantación de más de un milenio, a lo largo del cual, diversas lenguas de los habitantes de la Península Ibérica se fueron modificando por influencia de los invasores romanos, godos y árabes. Hacia el final del siglo XV, con la unión de los reinos de Castilla y Aragón, que extendieron su dominio sobre la mayor parte de la península, la lengua de Castilla-el castellano- se fue imponiendo sobre otras lenguas y dialectos, y llegó al territorio americano con los llamados conquistadores españoles y, por supuesto, con los misioneros.

 

La iniciativa, acogida en 1922 por la Real Academia de Cádiz, de celebrar el 23 de abril el Día del Idioma, fue precisamente del historiador colombiano José Manuel Pérez Sarmiento, quien en esa época se desempeñaba como embajador de Colombia en España. Desde ese entonces, la celebración se extendió también en toda Hispanoamérica.

 

En el año 1926, el escritor valenciano Vicente Clavel Andrés propuso la idea de que el 23 de abril fuera un día especial para homenajear la literatura. La tradición comenzó en Valencia y se extendió gradualmente en toda España. En 1964, la celebración fue adoptada por todos los países hispanohablantes. Así es que éste es también el día de la Literatura.

 

El, hasta 1991, llamado Día del Idioma, fue institucionalizado en Colombia mediante el decreto 708 del 23 de abril de 1938, durante la administración del Presidente Alfonso López Pumarejo, siendo Ministro de Educación Nacional, José Joaquín Castro Martínez.

 

La celebración del 23 de abril, como Día del idioma y de la Literatura, se hace en honor a grandes cultores de la lengua española como: Miguel de Cervantes Saavedra, quien murió el 22 de abril del año 1616 y fue enterrado el 23 de abril de el mismo año. Su novela "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha" está considerada la obra cumbre de la lengua española. También es autor de “Trabajos de Persiles”, “Segismunda” y “Novelas ejemplares”.

 

En la misma fecha, pero del calendario juliano, murió el poeta y dramaturgo inglés William Shakespeare, autor de un exquisito compendio de los sentimientos, el dolor y las ambiciones del alma humana representados en catorce comedias, diez tragedias y diez dramas históricos. De sus obras cabe destacar la comedia Sueño de una noche de verano, las tragedias Romeo y JulietaHamlet, Otelo y Macbeth , y sus poemas Venus y Adonis y Sonetos. Como homenaje a esta efemérides de Shakespeare, la Organización de las naciones unidas –ONU- celebra el día de la lengua inglesa.

 

También un 23 de abril murieron, el peruano Inca Garcilaso de la Vega (en 1616) y Vladimir Nabokov (en 1899). William Wordsworth (en 1850), uno de los más importantes poetas románticos ingleses. Ana Teresa Parra Sanojo, más conocida como Teresa de la Parra (en 1936), escritora venezolana, considerada una de las mujeres y escritoras más destacadas de su época. Edgar Neville (en 1967), escritor, humorista, autor de teatro, director de cine y pintor español. Juan de Contreras y López de Ayala (en 1978) conocido como el marqués de Lozoya, erudito e historiador español. El escritor Josep Pla (en 1981), el prosista más importante de la literatura catalana contemporánea. La escritora australiana Pamela Lyndon Travers (1996), autora de la novela Mary Poppins. Mircea Eliade (1986) investigador de las religiones, historiador y escritor francés nacido en Rumanía. El escritor cubano Alejo Carpentier (1980).

 

Nacieron también un 23 de abril Edwin Markham (en 1852), uno de los poetas estadounidense más representativos, junto a Walt Whitman. Halldor Kilian Laxnes (en 1902), novelista islandés, de amplia producción literaria y Premio Nobel de Literatura (en 1955). Baltasar Lopes da Silva (en 1907), autor de Chiquinho, que se considera la más importante de las novelas de Cabo Verde.

 

En Colombia, es coincidente con esta fecha el nacimiento de Marco Fidel Suárez, en Bello, Antioquia, el 23 de abril de 1855. Autor de las obras “Oración a Jesucristo” y “Los sueños de Luciano Pulgar”, en esta última, de 12 tomos, consigna toda su obra literaria. Fue Presidente de la República de 1918 a 1922.

 

Igualmente, nació el escritor antioqueño Manuel Mejía Vallejo, un 23 de abril de 1923, quien produjo una excelente obra literaria, orgullo de todos los paisas y colombianos en general. Escribió Al pie de la ciudad, El día señalado, El hombre que parecía un fantasma y Las muertes ajenas, entre otras.

 

Como reconocimiento al natalicio y fallecimiento de grandes escritores que hicieron importantes aportes a nuestro idioma y al mundo de los libros, el día 15 de noviembre de 1995, en Conferencia General, la UNESCO declaró el 23 de abril, Día Mundial del Libro; en consecuencia, también se celebra el Día de los Derechos de Autor y el Día del Bibliotecólogo.

 

El maestro Lucho Bermúdez, quien popularizó e internacionalizó ritmos como el bolero, la cumbia, el porro y el merecumbé, y compuso SalsipuedesColombia Tierra Querida, San Fernando, Carmen de Bolívar, Prende la Vela, entre muchas otras canciones, murió el  23 de abril de 1994. En su recuerdo, los colombianos en esta misma fecha deberíamos homenajear el lenguaje de la música colombiana.

 

Por todo lo que acabamos de recordar, estamos en la semana de las Lenguas en Colombia, y hoy 23 de abril celebramos ¡el Día de las Lenguas Colombianas!, ¡el Día del Idioma Español!, ¡el Día del Idioma Inglés!, ¡el Día de la Literatura!, ¡el Día del libro!, ¡el Día del Bibliotecólogo!, ¡el Día de los derechos de autor! y… ¡el Día de la música!.

 

Mireya Cisneros Estupiñán

Profesora de la Universidad Tecnológica de Pereira