Uso de algunos pronombres
¡Él no lo prestó! o ¡Él nos lo prestó!María Gladys Agudelo Gil
Es muy común, en la cotidianidad académica y social, encontrar enunciados como los que relaciono a continuación.
Caso 1
En una reunión de índole institucional, en la cual se planea hacer una exposición, a propósito de un evento académico, se hace el llamado, como sigue:
“[…] que los profesores que tienen publicaciones, como libros y artículos, no los presten”
Caso 2
En un programa radial entrevistaron a un funcionario público, haciéndole preguntas acerca de su gestión en el Municipio X. El funcionario, a nombre suyo y de su grupo de trabajo, y dirigiéndose a los radioescuchas, dijo:
“Si tienen alguna inconformidad queremos que no lo digan para proceder a buscar los correctivos del caso”.
Caso 3
En una conversación cotidiana entre colegas que se dedican a la docencia, uno le dice al otro, entregándole un libro:
“Vea, esto es del profesor X… Él no lo prestó”.
A continuación analizo los significados que emiten dichos enunciados y la omisión en la cual se incurre al pronunciarlos, doy una explicación gramatical de los pronombres allí comprometidos (nos y lo, los), y finalizo señalando sus formas correctas de uso.
En los tres casos, lo que se dijo textualmente (significado literal) no fue lo que se quiso decir (significado intencional), veamos:
Enunciados: Significado literal |
Significados que el hablante quiso llevar al escucha |
Caso 1 “[…] que los profesores que tienen publicaciones, como libros y artículos, no los presten” |
“[…] que los profesores que tienen publicaciones, como libros y artículos, los presten” |
Caso 2 “Si tienen alguna inconformidad queremos que no lo digan para proceder a buscar los correctivos del caso” |
“Si tienen alguna inconformidad queremos que lo digan para proceder a buscar los correctivos del caso” |
Caso 3 “¡Vea! Esto es del profesor X… Él no lo prestó” |
“¡Vea! Esto es del profesor X… Él lo prestó” |
Lo que sucedió al pronunciar estos enunciados fue una omisión o relajamiento de la letra ese (s) del pronombre nos, lo cual hace que suene como una negación; conviene analizar en estos casos los dos pronombres que se ven involucrados puesto que su cercanía y poca extensión (palabras monosílabas: nos y lo o los) a la hora de pronunciarlos hace que se integren en un solo vocablo [“nólo”] y que se pierda o sustituya el sonido que demandaría más esfuerzo del aparato de dicción[1]. En realidad no se suprime del todo el sonido [s] sino que en muchas ocasiones suena como una doble ele (l), no para convertirse en elle (ll)[2] sino que suena como una ele (l) alargada en su pronunciación.
Los pronombres a los cuales me refiero son:
Nos: Forma apocopada (reducida o recortada) del pronombre personal nosotros; “[…] corresponde a la 1ª persona del plural en masculino y femenino. Se puede usar como enclítico[3]: Nos miró. Míranos” (DRAE, 2012).
Lo: Pronombre de 3ª persona en masculino singular; “[…] se puede usar como enclítico: Lo probé. Pruébalo” (DRAE, 2012). Este pronombre también puede usarse como femenino y como enclítico: La aprovecha. Aprovéchala.
Así, los enunciados que relacioné al comienzo quedarían corregidos de la siguiente manera:
Enunciados en situación con error de pronunciación |
Enunciados con propuestas de corrección |
Caso 1 “[…] que los profesores que tienen publicaciones, como libros y artículos, no los presten” |
“[…] que los profesores que tienen publicaciones, como libros y artículos, nos los presten” |
Caso 2 “Si tienen alguna inconformidad queremos que no lo digan para proceder a buscar los correctivos del caso” |
“Si tienen alguna inconformidad queremos que nos lo digan para proceder a buscar los correctivos del caso” |
Caso 3 “¡Vea! Esto es del profesor X… Él no lo prestó” |
“¡Vea! Esto es del profesor X… Él nos lo prestó” |
En nuestro idioma es muy frecuente el relajamiento (supresión o cambio) de algunos de sus sonidos, como en los casos que acabo de analizar. Si como hablantes tuviéramos un poco más de atención y conciencia del significado de las palabras que estamos pronunciando, no cometeríamos estos errores o deslices al momento de comunicarnos.
[1] Pronuncie en este momento: no lo y pronuncie: nos lo; hay más esfuerzo en este último grupo consonántico, así que se produce por parte del hablante una economía de sonidos (sacrificando el sonido [s]) y por lo tanto una economía de esfuerzo.
[2] Letra que fue parte de nuestro abecedario (RAE, 2012).
[3] Es decir, que puede ubicarse antes del verbo o al final de él como parte de su construcción morfológica.