Elecciones que Indigestan

 

Acaba de concluir,  dentro de la XVIII Convención Nacional de Egresados, el proceso de elección del representante de los Egresados al Consejo Superior de la Universidad Tecnológica de Pereira,  para un periodo de dos años. Últimamente  la elección de este representante ha adquirido gran interés, así mismo   las jornadas electorales respectivas no han estado exentas de crítica. Se ha llegado a decir que la política partidista ha tratado de copar este espacio con movilizaciones de electores, dejando en inferioridad de condiciones  a los que venían a la Convención de otros sitios  diferentes a Pereira. Valga aclarar que la Elección es abierta a todo el egresado que se presente a votar el día de elecciones, sea o no convencionista.

 

Para responder a estas críticas, pero además para ampliar la capacidad de participación a quienes no pudieran estar presentes el día de elecciones en la Universidad, el Consejo Superior desde la Elección anterior, en el año 2012, le abrió paso a la elección electrónica vía internet con indudable éxito; en esta última Elección por ejemplo,  los votantes totales fueron 1584, y de ellos 1287 votaron remotamente. Además  el sistema de seguridad adoptado funcionó de manera impecable.

 

No se crea que faltaron los reclamos. En los días precedentes, a través de diversos derechos de petición, se alzaron voces contra el proceso electoral con forzadas argumentaciones:

 

1-   Que debería contratarse un ente externo, que hiciera las elecciones y no la misma Universidad. Faltaba transparencia según los reclamantes.

 

2-   Que la Universidad iba a conocer la trazabilidad del voto, al punto de saber por quién había votado cada cual, y en consecuencia, quienes no fueran amigos de la administración iban a ser reconocidos. Hecho agravado, según los quejosos,  por el gran número de egresados en la nómina de la Universidad.

 

3- Que los  docentes egresados  de la Universidad iban a estar sobre representados en el Consejo Superior,  en razón de que también podrían votar por un representante de los profesores al mismo organismo, cuando esta elección fuera convocada.

 

Se pidió al Consejo Superior que las elecciones fueran aplazadas hasta dar respuesta a las quejas, se pidió la mediación de una senadora recién elegida, quien oficio al Ministerio de Educación, respaldando el aplazamiento e incluso se interpuso acción de tutela.

 

La única explicación de todos estos pataleos reside en la importancia que  puede tener el voto de los egresados en la elección del próximo rector de la Universidad, aunado a una desviación del uso de los amparos constitucionales, que han caído en la acción leguleya. Los últimos procesos de elección en las universidades han sido prolíficos al respecto.

 

¿Por qué un egresado, no puede ser docente e incluso estudiante a la vez y hacer ejercicio de la voz que le dan las representaciones estamentales?, con estas milimetrías estamos desnaturalizando el concepto de participación.

 

En nombre del derecho a elegir, que es el invocado, podríamos llegar al extremo de una cédula,  un voto; en tratándose de asuntos del saber, no estamos entre iguales.

La democracia es un medio, no un fin en sí misma.

 

Luis Enrique Arango Jiménez

Rector

Universidad Tecnológica de Pereira