Según el presidente del SUE, Luis Enrique Arango Jiménez, el presupuesto para el año 2015 que hace tránsito en el Congreso de la República, no incorpora un incremento real a la base presupuestal, siendo este incremento la única forma de paliar los costos adicionales que se producen en las universidades, que de no lograrse, se estaría atentando contra la equidad y la calidad en las universidades, provocando además graves desequilibrios que podrían ponerlas en riesgo.
En la petición que además lleva el respaldo del presidente de la Asociación Colombiana de Universidades ASCUN, Iván Ramos Calderón, los rectores expresan la necesidad de incrementar el presupuesto para 2015 en un 4% por encima de la inflación.
“Las universidades hemos debido asumir los incrementos salariales de los profesores por la producción intelectual, que de acuerdo al estudio contratado por el MEN y realizado por la Universidad de Antioquia en 2013, representa un crecimiento anual del 2,95% en promedio; sin contar los aumentos salariales decretados por el Gobierno Nacional de un punto porcentual por encima de la inflación. En total, y sólo por el salario de los profesores, tenemos un desfase de 3,95% sobre la inflación cada año” explica el Presidente del SUE en la comunicación enviada a cada uno de los congresistas.
Los rectores cada año hacen el lobby ante el Gobierno Nacional para que se incorporen nuevas asignaciones al Sistema Educativo Universitario Estatal y lo continúan en el Congreso Nacional para buscar la voluntad política que atienda los requerimientos en materia presupuestal.
Texto completo de la comunicación de los rectores a los congresistas:
Respetado Senador:
Como voceros de las 32 Universidades Estatales, en nuestra calidad de Presidentes del Sistema Universitario Estatal (SUE) y de la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN), debemos solicitar que el presupuesto general de la Nación que aprobará el Honorable Congreso para la próxima vigencia, incorpore recursos adicionales a la simple corrección monetaria para el adecuado funcionamiento de todas nuestras Universidades.
El año anterior le pedimos al Honorable Congreso de la República que los recursos asignados en el presupuesto general de la Nación para las Universidades del Estado se incrementaran, con respecto a lo recibido el año anterior, y por encima de la inflación, como mínimo en 200.000 Millones de pesos. No fue posible lograrlo; el presupuesto que está en ejecución en el 2014 no incrementó la base como era necesario.
En esta oportunidad y cuando el proyecto de presupuesto para el año 2015 hace tránsito en el Congreso de la República, sabemos que no incorpora un incremento real a la base presupuestal, siendo este incremento la única forma de paliar los costos adicionales que se producen en las Universidades, que de no lograrse, estaríamos atentando contra la equidad y la calidad en nuestras instituciones, provocando además graves desequilibrios que podrían ponerlas en riesgo.
Para dar una sola idea, las universidades hemos debido asumir los incrementos salariales de los profesores por la producción intelectual, que de acuerdo al estudio contratado por el MEN y realizado por la Universidad de Antioquia en 2013, representa un crecimiento anual del 2,95% en promedio; sin contar los aumentos salariales decretados por el Gobierno Nacional de un punto porcentual por encima de la inflación.
En total, y sólo por el salario de los profesores, tenemos un desfase de 3,95% sobre la inflación cada año. No podemos negar que el Gobierno y el Congreso han dado pasos importantes en materia de recursos de inversión, con el CREE y con la Estampilla Pro-Universidad Nacional y demás universidades estatales, pero ellos no pueden usarse para atender los gastos recurrentes que demanda el funcionamiento de las Universidades.
Para conjurar una crisis debidamente advertida solicitamos encarecidamente incrementar la base presupuestal por encima de la inflación en los términos explicados, es decir, por lo menos en un 4%, para poder garantizar el funcionamiento y la sostenibilidad. Si hubiera sido posible aprobar en el Congreso un nuevo modelo de financiamiento que superara las limitaciones de la ley 30 de 1992, no tendríamos que movilizáramos de manera sistemática, tanto ustedes como nosotros, cada año, en busca de auxiliar, así sea de manera coyuntural, la situación acumulada de desfinanciamiento, explicada de manera suficiente a todo el país en numerosas oportunidades.Seguimos esperando una solución que de manera estructural le dé solución al financiamiento de las universidades del Estado.
Con sentimientos de consideración y respeto
LUIS ENRIQUE ARANGO JIMENEZ IVÁN RAMOS CALDERÓN
Presidente SUE Presidente ASCUN