Por: Jorman Sebastián Lugo

La tarde del viernes 2 de mayo estaba pasada por la lluvia. El evento que se había planeado con semanas de anticipación en la Universidad Tecnológica de Pereira se vio afectado por el clima. Las gradas de la media torta estaban vacías y las personas que se encontraban en lugares cercanos esperaban que la lluvia cesara poco a poco para poder contemplar las muestras que habían venido a ver.

Un grupo de estudiantes al ver que la lluvia había cesado no dudaron en aproximarse a la media torta para ver todo lo que vinieron a ver. Las patadas, puños y gritos de los integrantes del grupo de taekwondo no tardaron en aparecer. Ellos con todo su potencial iban quebrando las tablas que les ponían. Un instructor era el que les indicaba (con palabras que solo ellos entendían) lo que debían hacer. Lo último que hicieron ellos fue dar una muestra de pelea entre dos integrantes, que con sus patadas se encontraban en cualquier lugar del cuadrilátero de espuma donde se apoyaban. También hubo muestra de mujeres que descrestaron con los gritos y los movimientos de su cuerpo en el combate.

Fue un acto que capturó la atención de los asistentes que se fue agolpando, como antes la lluvia, sobre las gradas. Luego vino un aluvión de risas y buena vibra con Circo sin Techo. Tres muchachos que vestidos de payaso que con sus ocurrencias hicieron reír a carcajadas a todos los que allí estaban. Actos de magia, malabares y otras actividades fueron las que presentaron en más de una hora.

Un café para seguir con ánimos y aliviar el viento que pasaba deprisa por todos lados. Esto sirvió como revitalizador porque en el auditorio Jorge Roa Martínez iba a empezar una función a cargo de comediantes de la universidad. Yaico es quizá el más reconocido de ellos. Él con su humor hizo carcajear a todo el auditorio. No dudó en burlarse de los organizadores del evento por el poco tiempo que le asignaron para su stand up y tampoco para mofarse de sus compañeros y de todo lo que pudiera. Después de Yaico salieron otros comediantes que hicieron de la noche y del clima una hoguera de risas y aplausos. Ninguno desentonó y el evento cogía más fuerza con el pasar de los minutos. El evento no paró más. Siguió adelante con los actos que pudieron presentarse.

 

Los perfiles de Café ExpresARTE

Cuando uno de aquellos deportes a los que una persona del común denominaría raro, por no parecerse al fútbol, tuvo su lugar en el primer Café ExpresARTE que se presentara este año, muchos quedaron sorprendidos. Personas con vestuarios que solo se acostumbran a ver en los juegos olímpicos invadieron la media torta.

Manuela Henao Patiño fue una de ellas. Una joven que cursa cuarto semestre de licenciatura en comunicación e informática educativas que hace dos años y medio se decidió por practicar un deporte de contacto, taekwondo, y no por practicar un deporte menos riesgoso.

Nos cuenta que la pasión juega un papel importante a la hora de decidirse, sin ella no lo hubiera logrado, tal vez ni siquiera lo hubiera intentado. Sabe que ser deportista no es fácil, que ello conlleva muchos sacrificios. “Ser competidor no es fácil, porque aparte de entrenar, hay que llevar unos controles de peso y, hacer acondicionamiento físico en el gimnasio. Pero creo que cuando a uno le apasiona algo, encuentra el modo de hacer equilibrar esto con los otros aspectos de su vida”

El grupo de taekwondo esta conformado por más o menos 30 personas que van desde los novatos hasta los avanzados y 2 compañeros que están en preparación para ser cinturones negros. Su entrenador es Leison Cardona, un profesional en deportes. “El grupo compite en la modalidad de poomsaes –cuenta Manuela–, combates y rompimientos en este ultimo tenemos records nacionales, competimos tanto en universitarios como en torneos regionales o nacionales.

Mientras los eventos se seguían presentando, Heiddy Llicela Mesa, una de las integrantes del servicio social, que desempeña su labor en Cultura ciudadana se acercó para contarnos un poco más sobre su experiencia y lo que ha aprendido en este campo.

Ella nos dice que una de las motivaciones para realizar este tipo de eventos como el Café ExpresARTE, es unir a la comunidad universitaria “para que entiendan que ir a la universidad no es solo ver clases, es también integrarse y sentirse parte de la familia UTP”.

También dice que hacen otras campañas donde intentan destacar la labor de los celadores y aseadoras. “En cualquier estructura social – dice Heiddy–, y más en la nuestra, todas las partes contribuyen con su granito de arena para que todo funcione correctamente. Porque aseadores y celadores cumplen un rol necesario y lo que se busca es una concientización de la comunidad para con ellos.”

A ella la motiva unir la comunidad universitaria, porque considera que todos los estudiantes deberían apropiarse de los espacios y participar activamente en ellos, pues los eventos son por y para ellos. Además, finaliza diciendo que todo esto que hace, que el tiempo que le ofrece al servicio social, no lo hace por pagar unas horas por los beneficios que recibe sino, “porque quiere motivar a las personas a que se sientan comprometidos con la universidad"