“…es inevitable para mí no escribirte ésta noche. Mis manos y mi mente me lo piden, necesito expresarte varias cosas:

Para empezar, no sé si hayas leído o si recuerdes el primer apartado del Libro de los abrazos de Eduardo Galeano, llamado “El mundo”. El corto texto narra la historia de un hombre del pueblo Neguá que pudo subir al cielo y contemplar la vida humana. Decía que en el mundo había muchos fuegos, de diferentes formas. El más llamativo de los fuegos que nombra es el que arde tanto que logra contagiar a otros de su llama.

Aquel textico me ha tenido reflexionando en los últimos días, llevándome a decidir confesarte en ésta noche que tú eres uno de esos fuegos para mí, porque yo siento como por medio de tu conocimiento sobre la vida misma, logras transmitir un mensaje muy claro a los estudiantes sobre la posibilidad de infiltrarse en los caminos del conocimiento y la lectura reflexiva -única posibilitadora de la re-creación del ser humano y del disfrute de la vida, por el mismo hecho de permitirnos percatarnos de la existencia y del paso por éste mundo-.

Éste día ha estado cargado de inconformismo, lo único que me consuela hoy es poder haber asistido a tu clase, escucharte y asegurarme de que estoy de acuerdo con tu postura sobre la vida. Eres un maestro, eres quien permite hacernos ver a quienes nos encontramos en aquellas sillas frente a ti, que cada acto, debe ser y convertirse en sí mismo en un acto reflexivo, que nos posibilite disfrutar y re-crearnos con cuestiones que las personas en general no logran visualizar con sus limitadas miradas mecánicas.

Por último te quiero agradecer por todo lo que brindas en tu clase, por lograr llenar un poco el vacío que encuentro en mi propia carrera. Si asisto a tus clases es porque valoro que tú, -a diferencia de muchos profesores-, no has perdido las ganas de enseñar, la pasión por el comunicar y mucho menos las ganas de aportar en el cambio de mentalidad de las personas que lo necesitan y que realmente logran interpretar y capturar la esencia misma de tus palabras”.