Según este capítulo del Efecto Naím, los androides, o sea los individuos mitad humanos mitad robots que hasta finales del siglo pasado eran considerados como ciencia ficción, no distan mucho de aquello en que nos hemos convertido hoy, con toda la tecnología que nos acompaña a cada lugar: comenzando por teléfonos móviles conectados a la red hasta anteojos inteligentes, los humanos cada vez nos asemejamos más a este concepto.