Luis Enrique Arango Jiménez 

Rector  Universidad Tecnológica de Pereira

Presidente Sistema Universitario estatal SUE


Aún sin resultados definitivos, todavía con los preconteos informativos, me atrevo a afirmar que  las pasadas elecciones dejan serias dudas sobre las normas que rigen nuestro sistema electoral. No voy a hablar de mermeladas, compra de votos, o violación de topes de gastos en las campañas, aspectos sobre los cuales no termina de hablarse. Me referiré a las dificultades de las regiones para tener voceros en la Cámara alta y a la relatividad de los Umbrales.

Para lo primero y sin ir muy lejos, baste decir que el Departamento del Quindío vuelve quedarse sin Senador y que en Risaralda el 80% de los votos válidos para el Senado se depositaron por candidatos que no son de allí  y por supuesto no actúan en lo cotidiano representándola. Alguna forma de remediar estas asimetrías deberá encontrarse para buscar mayores equilibrios donde todas las regiones puedan tener voceros.

En cuanto al tema de los Umbrales, alguna  razón tenían los reclamos de los voceros de las minorías cuando se discutía la ley que subió el umbral del 2% al 3% para mantener la personería Jurídica de los partidos o movimientos inscritos como tales en las justas electorales; patalearon para que se mantuviera en  el 2% pues presentían el riesgo que ello implicaba. No prosperaron los reclamos. 

La norma para mantener la personería se cumple con las votaciones obtenidas por los partidos y movimientos, por el lado del Senado o el  de la Cámara.  El MIRA por ejemplo,  la perdió al  no llegar al 3% de la votación en el caso de su lista al SENADO  pero en cambio  la salvó al obtenerlo  en la sumatoria  de sus listas a la Cámara. No puede decir lo mismo la Unión Patriótica.

La Alianza verde actuó muy inteligentemente al constituirse como tal,  así salvo la personería. Si el partido verde y los progresistas del Dr. Petro se hubieran ido por separado no hubieran alcanzado el umbral.  No obstante las distancias ideológicas que hay entre las dos agrupaciones,  sobreviven.

Además de los umbrales para mantener la personería jurídica, también existen los umbrales para poder elegir senadores y  representantes; en el caso del Senado es el mismo 3% y en el de Cámara, la lista debe superar al menos el 50% del cociente  electoral del respectivo Departamento.

El MIRA perdió los 3 Senadores que le daban  los resultados del preconteo pero elige algunos representantes en los Departamentos. Contrariamente, varios partidos, aun eligiendo senadores, no eligieron representantes en algunos departamentos , pese a importantes votaciones obtenidas  por no obtener el umbral departamental de cámara, que resulta  un tanto errático.

La razón invocada para el establecimiento de los Umbrales era evitar la dispersión política de periodos precedentes  y fortalecer la existencia de partidos  organizados, fuertes y no la prevalecía de las llamadas empresas electorales. Ello naturalmente complementado con la ley de bancadas y con la sanción a quienes deserten,  limitando el llamado transfuguismo.

No creo que se haya logrado  el objetivo, continúan las empresas electorales  agrupándose y reagrupándose bajo personerías jurídicas prevalecientes  conjurando la amenaza de los umbrales pero sin constituir verdaderas organizaciones partidarias fundadas en principios y programas.

Definitivamente la reforma a la ley electoral es una asignatura pendiente pero más que ello la cultura política imperante.