El ingeniero Luis Enrique Arango aseguró que de 16 mil estudiantes de pregrado, 9217 no están en paro y están cursando parcial o totalmente las materias del semestre en sedes y salones alternos, mientras que 5803 se encuentran sin recibir sus clases.

El rector asegura que hay que encontrar una solución y que las directivas de la Universidad tienen la mejor intención para que se dé un proceso de discusión y reflexión junto al Consejo Superior para hacer los ajustes y los cambios que requiera el futuro de la universidad, con la participación de todos.

La administración está disponible para conversar y el Consejo Superior será informado de cómo ha evolucionado el conflicto hasta ahora, los estudiantes han dicho que han hecho avances y concesiones, esto también hará parte de dicho informe.

No es el rector quien puede tomar las decisiones finales, hay una instancia mayor, que es el Consejo Superior, quien finalmente es la única autoridad que puede tomar una determinación frente a la suerte del semestre académico.

El ingeniero Arango asegura que valora el papel de los mediadores de la Asamblea Departamental como conciliadores que tratan de unir las partes, no separarlas ni confrontarlas y si la conciliación se da en esos términos es bienvenida.

Por último, el rector de la Universidad afirmó que los asuntos de la salvación o no del semestre, son más competencia de la técnica académica que de la administrativa o política, hay que contar con la buena voluntad de los docentes y directivos académicos, “… que ellos puedan encontrar esquemas para ayudar a salvar lo que se pueda salvar”.

Consultado un miembro del Consejo Superior, el representante del sector gremial, Luis Fernando Ossa Arbeláez, asegura que el Concejo Superior está dispuesto a participar en unas mesas negociadoras y que ya fue convocado un Consejo Superior extraordinario esta semana, para evaluar la situación y ver qué prospera con las mediaciones que se han presentado durante los últimos días. El dirigente gremial hace un llamado a la reflexión y pide  dejar la beligerancia para lograr un acuerdo y salvar el semestre académico, de lo contrario éste se cancelaría definitivamente.