San Juan Luvina o el papel del maestro como formador de futuro y memoria colectiva
Por: William Marín Osorio
Profesor de Literatura
Universidad Tecnológica de Pereira
El presente artículo tiene como propósito generar opinión sobre el papel del maestro de hoy ante los urgentes temas de nuestro tiempo. De la mano de intelectuales de la talla de Antanas Mockus, Edgar Morin, Humberto Maturana, Ítalo Calvino, Juan Rulfo, Ernesto Sabato y Carlos Fuentes, nos internamos por el complejo mundo que nos correspondió vivir, faros que alumbran los sectores más oscuros de la condición humana, para fundar una mirada crítica desde el intelectual comprometido con su tiempo.
La reflexión que hoy nos anima sobre la educación como vehículo de transformación de lo humano, surgió hace algunos años –reflexión que continúa hoy con referentes tan significativos para los educadores contemporáneos como Louis Rosenblatt, John Dewey y Martha Nussbaum- a raíz de la experiencia de viajar a Montevideo, Uruguay y compartir unas ideas sobre la educación frente a la crisis de nuestro tiempo, en el marco del 6° Foro Latinoamericano “Memoria e Identidad” convocado por Signo y la Unesco, encuentro en el que se abordaron las más disímiles propuestas para pensar nuestro mundo desde la literatura, la educación, la antropología y la investigación social aplicada al campo educativo, lo que ha llevado a que este foro organizado y dirigido por el psicólogo social Néstor Ganduglia, profesor titular de la República del Uruguay, convoque también a las comunidades indígenas y afrodescendientes para que den cuenta de su verdad y hablen desde sus experiencias vitales, esto con el propósito de que no sean solo narrados por otros, especialmente por los académicos que tienen sus propias visiones del acontecer político y cultural de nuestros pueblos.
Néstor Ganduglia es autor, entre otros, del libro Historias mágicas del Uruguay interior (2000), una interesante reflexión sobre las dinámicas sociales del continente de habla española y portuguesa a partir de las búsquedas que hace el autor por todos los países latinoamericanos, recopilando en fuentes orales las tradiciones, mitos campesinos y vivencias de quienes están al margen de la llamada civilización, vastos sectores de la población que han consolidado imaginarios que les permiten vivir, edificar su destino y reconocer su historia al margen de la razón instrumental.
El presente ensayo hace esa búsqueda y quiere interpretar a un maestro que va a ejercer su profesión en la zona rural, un maestro que tiene un proyecto romántico formado en una universidad, pero que siente el peso insostenible de la realidad social e histórica de la comunidad de Luvina, un espacio simbólico producto de la ficción del escritor mexicano Juan Rulfo en un cuento que tiene este mismo nombre en la colección El llano en llamas(1953), espacio social que ha sido sistemáticamente olvidado por el Estado. Luvina aún existe no solo como espacio creado por la imaginación de un escritor, sino ante todo como realidad social que enfrentan día a día muchos hombres y mujeres en Latinoamérica, o afro-indo-Ibero-América como prefiere llamar Carlos Fuentes al hibridismo cultural latinoamericano.