Por: Oscar Salamanca

Profesor Asociado UTP


La imagen poco a poco se va convirtiendo en un rasgo traslucido, indefinible por el movimiento que la acecha dentro de un compromiso de traducción. Los pintores insistimos en un lenguaje donde el movimiento hace parte de la estrategia de producción de sentido: muchos de nosotros utilizamos el movimiento en formas concretas de seducción que ocupan capas y capas pictóricas dentro de un determinado sistema de pintura. Existe el movimiento de la forma, el cual representa un estado de cambio y transformación de las figuras dentro de un espacio en negociación, también tenemos los movimientos gestuales y de exploración en material colocada, adherida en concepto y dibujo, pero existe un movimiento inherente al concepto el cual produce una increíble y volátil agilidad propia de la idea en el pensamiento.

Con cada cruce de perspectivas o cambios de rumbo  de nuestro pensamiento  se producen ecuaciones nuevas que  a su vez potencian pantallas recortadas en planos de interés, cada uno de los cuales alimenta en conjunto una determinada superficie.

 

Me reconozco pintor, ya que observo el mundo con la sensibilidad de una persona interesada en fenómenos que atañen a elementos concretos relacionados con las formas, texturas, colores y manifestaciones de sentido condensados en retículas, gestos, recorridos y formas vueltas a presentar. No obstante el matrimonio relativamente estable con la pintura (ella es una amante muy intrigante), la creación con imágenes recurre a otros medios tecnológicos dados en producciones de videos en donde se continua la negociación de la imagen indefinida y rápida actual. Así como un medio migra a otro de manera natural, tenemos ejemplos variados y múltiples donde se producen nuevas asociaciones, las más de las veces, complejas y profundas que colocan en punto crítico no pensar en términos de integración cuando nos referimos a la producción artística.

 

En la construcción del currículo no utópico relacionado con programas de formación en artes (licenciaturas, de maestro en artes) debe primar el sentido de integración que permita generar un perfil del profesional atento a dinámicas de movilidad constante entre ideas y medios de producción, cercano al comportamiento mismo de la imagen contemporánea. Los estudiantes ya no piensan en territorialidades vinculadas con medios específicos, ni énfasis,  es decir, ya no somos solamente pintores, ni escultores, ni performanceros, ni instaladores, ni fotógrafos, sino artistas capaces de usar los medios de acuerdo a las necesidades que las ideas exigen.  Algunas licenciaturas en artes cometen un error al inculcar en sus estudiantes que el perfil profesional a construir no es el de ser artista sino el de ser profesor de artes. Yo disiento de la mentada posición ya que ¿ cómo se puede enseñar arte en cualquiera de sus posibilidades si no se tiene la experiencia que otorga la producción de obra y el manejo de los medios, aspiración inequívoca de un artista?

 

El currículo de los programas de formación en artes no puede seguir fomentando especialidades bajo la figura de énfasis en medios (en pintura, escultura, cerámica, etc.) ya que ello, además de representar un anacronismo en el ámbito académico, limita las posibilidades de creación, fin al que aspira la investigación humana.

 

Evangélico: Nadím Ospina desde su imagen de esteta zombi, ahora héroe de una memoria nostálgica de Salón Nacional, usa el asco como argumento fuerte para destituir propuestas artísticas.

Disangélico: El hermoso proyecto  NIO 2, MUESTRA INTERNACIONAL DE VIDEOARTE, reunió 9 curadurías provenientes de Ecuador, Israel, Colombia, España, Argentina, Canadá y Perú. Gracias a los artistas, curadores participantes y al  apoyo de la Maestría en Estética y Creación, U.T.P. así como a La tostadora. Ver video de NIO2 http://niovideoarte.blogspot.com/2013/09/nio-2-muestra-internacional-de-videoarte.html