Red Alma Mater 


Luis Enrique Arango Jiménez

 

Rector Universidad Tecnológica de Pereira

Presidente Sistema Universitario Estatal


 

Aunque me había hecho el propósito de no referirme  al tema de la Red Alma Mater, para  dejar fluir las investigaciones, colaborando con ellas,  como  desde  un principio lo anunció la Junta  Directiva conformada por los rectores de la red, “me salen letreros”  como dicen las señoras; no hay derecho a que  tanta  información tendenciosa  circule por los medios de comunicación sin contraparte.

Para empezar déjeme afirmar que no hay una sola investigación que pueda tipificarse como corrupción en relación con las contrataciones de Alma Mater,  y si las hubiera,  aquí les brindo en bandeja la oportunidad para que me confronten.

Han pasado casi dos años después de las quejas del Secretario de Educación del Distrito Especial de Bogotá, sobre supuestas irregularidades  en la contratación y en la ejecución de un contrato de intervención integral para el mejoramiento la calidad suscrito con la red Alma Mater, soportadas  en  los costos y en la calidad de algunos de los materiales que  fueron suministrados; las famosas cartillas para los procesos de lectura rápida, que tanta bulla provocaron.

Encopetados voceros de los medios, hicieron leña del árbol caído,  al punto de sindicar a la Red de ser un cartel de la corrupción. Pues bien, después  de tanta alharaca, la Secretaria de Educación del Distrito Especial terminó dando por terminado unilateralmente el contrato, utilizando un argumento pueril; que Alma Mater  estuvo mal constituida y en consecuencia no podía firmar contratos interadministrativos. Argumento pulverizado por un pronunciamiento del Consejo de Estado,  en sentencia que le ordena a la DIAN devolverle el impuesto de timbre a la Red Alma Mater. Al final, final, la Red ha interpuesto demanda contra  la Secretaria de Educación del distrito por violación de la ley en la decisión y además reclamando compensación por los perjuicios causados. 

 Como el país ha caído en el síndrome del escándalo; para la época, todos a una, iniciaron de oficio investigaciones sobre la contratación de Alma Mater.  Contraloría, Procuraduría y Fiscalía, la hicieron objeto de investigaciones especiales.   A la fecha, no conozco nada que se haya producido asociado con corrupción.  Supimos además  de  presiones al más alto nivel para que se  produjeran resultados  rápidos para atender la jauría.

Algunas investigaciones adelantadas a la carrera dan grima cuando se caen sin el menor esfuerzo por violaciones crasas al debido proceso  o  imputaciones  artificiales sin el más mínimo soporte.

La única  sanción  se produjo en un juicio oral, al anterior director ejecutivo,  por supuesta falta de planeación en la ejecución de un contrato de gerencia de obra en el caso de la licitación y construcción del cuartel de bomberos de Bogotá.  Ojalá me alcance la vida para conocer el desenlace que tendrá en el Consejo de Estado esta injusta sanción de la procuraduría, que insisto no tiene nada que ver con corrupción.

Como hacen de falta unas lecciones básicas  sobre  control disciplinario, para que el vulgo ignorante mejore las competencias. La procuraduría no es una agencia anticorrupción, ni sus sanciones están necesariamente ligadas con corrupción.

Ahora les ha dado a los entes de control por interpretar que los contratos  interadministrativos o los contratos de cooperación,  no pueden usarse para  contratar servicios donde la  entidad contratante  no tenga el personal para hacerlo pues se materializa una tercerización, lo que consideran pecaminoso.  Aquí  si perdonen la expresión;  “quedamos todos detenidos”. Es un absurdo pensar que las Universidades, las cámaras de comercio, los comités de cafeteros, las fundaciones, etc.,  tenian  las personas contratadas en su nómina esperando   contratar o asociarse al estado para colaborar con él.

A este paso van a tener que cerrar a FONADE; entidad del Estado creada ex profeso para “tercerizar”, si cabe la expresión.

En el fondo es una andanada mortal contra la contratación directa; pero créanme,  tienen espantados a todos los ordenadores. Hace poco el Sistema Universitario Estatal;  el colectivo de las Universidades del Estado,  le pedimos al Ministerio de Educación que  financiara  un estudio  con la Universidad de Antioquia  sobre el impacto del decreto 1279, el que define la remuneración de los docentes en las universidades.  Pues atérrense,  para firmar un Interadministrativo le tuve que certificar al Ministerio que  en la reunión del SUE, todas las universidades habían manifestado estar de acuerdo en que fuera la Universidad de Antioquia.

El espacio no da para más, pero volveré como la  canción ranchera.