Conozca la reseña de Gutta Serena
La ceguera (pero esta ceguera blanca, inusitada y aparentemente inexplicable y no la de los ojos sin visión) es el símbolo de la indiferencia, la inmovilidad, la insolencia, la intolerancia, el desconsuelo, la apatía y la incomprensión cotidianas, que nos envuelven como una maldición invasora, como “una infiltración insidiosa”, tal como lo expresa Saramago. En la búsqueda de formas teatrales de expresión de este símbolo tan contundente, el grupo encontró dos obras literarias que se constituyeron en el eje del desarrollo dramatúrgico de nuestro trabajo: la magistral novela “Ensayo sobre la ceguera” del escritor portugués José Saramago, premio Nobel de literatura 1998 y la obra teatral Los ciegos, del escritor belga Maurice Maeterlinck, premio Nobel de literatura 1911. De su lectura y análisis surgió este trabajo, fruto de la investigación, las discusiones y el trabajo escénico, proceso que permitió construir una obra en la que cada actor y cada actriz dejó su sentir y sus vivencias alrededor de un tema que nos marcó como grupo y que nos llevó a vivir la experiencia de la creación colectiva con todas sus implicaciones. Luego vinieron los poemas de Juan Manuel Roca, poeta colombiano cuyas letras dedicadas a la ceguera parecen escritas para nuestra obra, dedicadas a esos ciegos que, de una u otra forma, somos todos. Así terminó de fraguarse este proyecto que culminó con Gutta serena, título que recoge el significado metafórico que buscábamos y que además encontramos como un reforzamiento de nuestra identidad por poseer raíces latinas enclavadas en la historia de la medicina y la literatura, constituyéndose en un juego de palabras con un significado etimológico claro pero con mil facetas ocultas que fascinan e invitan a la investigación y el descubrimiento.