En los primeros días del mes de enero del nuevo año, el diario el Tiempo nos regaló un titular de primera página, alusivo a los salarios de los egresados de las Universidades en Colombia, configurando un ranking con los promedios de salarios de las mismas, donde las Universidades Públicas llevaron la peor parte. El escrito confiesa que se soporta en los más recientes datos dados a conocer por el Observatorio Laboral de la Educación OLE, iniciativa de gran importancia financiada por el Ministerio de Educación Nacional.
Ver enlace : https://www.dropbox.com/s/gstnikkf4yjs8wu/%20El%20Tiempo%2Cegresados.PDF
El argumento central del análisis pretende demostrar una tesis válida; los salarios de los egresados de los programas e instituciones con prestigio y acreditación de calidad son mejores, los empleadores los prefieren. Solo que la forma de demostrarlo es profundamente equivocada, al comparar las Instituciones de Educación Superior en lo que no son comparables, terminando en conclusiones tan absurdas como afirmar que la primera de las Universidades Públicas que aparece en el ranking es la UIS, en el puesto 11, con un salario de enganche promedio de $2.272.682.00 y que la primera entre todas las IES públicas y privadas, es el Colegio de Estudios Superiores de Administración CESA con un salario de enganche de $4.334.410.00.
Brutal conclusión, veamos por qué:
El CESA figura en el SNIES como "Institución universitaria/escuela tecnológica", ofrece 5 programas (dos especializaciones, dos maestrías y un pregrado en Administración de Empresas), todos los programas son en el área del conocimiento de "administración, economía y afines".
En el 2011, el CESA, registra en el observatorio laboral de la educación, 114 graduados en pregrado; este es el dato que se usa para el cálculo del salario promedio, cruzando los recién egresados con la base de datos del Ministerio de protección social en lo referente a las cotizaciones al sistema de seguridad social como un proxi del salario real.
En el caso de la UIS, en vez de uno, estamos hablando de 46 programas de pregrado, en las diferentes áreas del conocimiento, y con un número de graduados en pregrado para el 2011, de 2.737. Por supuesto que un calculo que mezcle todo, lleva el salario en la UIS por debajo del CESA, lo que no tiene nada de raro. De la misma forma, si solo se hiciera el cálculo para los 148 egresados del programa de Ingeniería de Petróleos de la UIS, subconjunto de la cifra mayor, el salario de enganche, determina un valor de $5.292.570.00; colocándose la UIS en la punta del susodicho ranking.
No tiene sentido mezclar los programas sin discriminar por áreas del conocimiento, ni por tipos de formación; técnica, tecnológica y universitaria. Es un contra sentido comparar un músico de la Universidad de los Andes con un Ingeniero de Petróleos de la UIS, o un Medico de la Universidad Nacional con un licenciado en Educación Religiosa de la Universidad Javeriana, en cuanto a niveles de salarios de enganche. Factores como las condiciones regionales, la oferta y la demanda, y la apreciación social de las diferentes profesiones son determinantes.
Comparar los salarios de enganche en el Chocó con los de Bogotá, es poco menos que una grosería. Buscar la equivalencia salarial entre un médico y un filosofo, o entre un licenciado en pedagogía infantil y un geólogo, es igualmente necio.
Peor aún es la inclinacion del escrito al resaltar la calidad y los salarios de enganche en favor de las IES privadas a partir del ranking. Me tomé la molestia de leer los comentarios de los lectores sobre el artículo, y créanme que da lástima confirmar la desinformación que se produjo, a juzgar por la polarización ideológica que provocó. Digo molestia para no llamarlo de otra forma. Un ex rector de la Universidad Nacional decía que eso no podía leerse por salud mental.
Las acreditaciones voluntarias de calidad producen beneficios indudables y hay que promoverlas, aunque que con mayor objetividad.
Nos queda debiendo el Diario el Tiempo un análisis con mayor rigor, las señales que producen este tipo de informaciones, inexactas, parciales y descontextualizadas, son prejudiciales para el Sistema en su conjunto.
LUIS ENRIQUE ARANGO JIMÉNEZ
Rector Universidad Tecnológica de Pereira
Presidente Sistema Universitario Estatal