No sé que habrá pasado cuando se publique  esta columna, no obstante  haré algunos comentarios, desde  la esquina  Universitaria que me corresponde.  Sea  de caballeros  reconocer  que se despejó toda duda con relación a la no tributación de los gastos de representación de los docentes  y de los rectores  de las  Universidades Públicas, dos hechos lo confirman ; el primero, la ponencia para segundo debate en el Congreso,  incorporó a los descuentos  para calcular  la base sobre la que se paga el impuesto mínimo alternativo Nacional ( IMAN) , lo que tiene la norma vigente  al respecto y,  lo segundo, la alocución del presidente de la republica, afirmando que no es cierto que se vayan a gravar los gastos de representación de los  Universitarios.   En este último caso, no queda claro si se refiere a la no intencionalidad o  a que  la  propuesta original  fue modificada con la aquiescencia del Gobierno. Sea una u otra, nos damos por bien servidos.

Hay que reconocer de otra parte el gran compromiso de la Señora  Ministra de Educación, María Fernanda Campo Saavedra , con la defensa  de la exención; nos consta su gestión con los Congresistas  y con  el Ministerio de Hacienda; ello tuvo mucho que ver en la inclusión del punto  dentro de las modificaciones en la ponencia para segundo debate.

Dentro de los debates en la Cámara para primer debate del Proyecto de reforma, un grupo de Representantes, suscribió una proposición para ceder uno de los cuatro  puntos   porcentuales que sobre las nóminas reciben las cajas de compensación familiar. Independientemente, de si  es posible o no,  debemos reconocer  que por primera vez  en el  Congreso aparece una fórmula concreta  que  le apunta a la solución estructural del desfinanciamiento de la Educación Superior Estatal, por ello el  Colectivo de las Universidades Estatales, a través del SUE se pronunció públicamente saludando la iniciativa.

Vemos  sensato que si se tramita una reforma, que contiene elementos de fondo,  redistribuyendo cargas y beneficios, el Congreso pueda  pensar en mirar la situación de conjunto, buscando áreas de holgura y áreas  de carencia con un ánimo  compensatorio. Ya la tarea de las sumas y las restas, no  nos compete.

Esta propuesta, demasiado rupturista, como es apenas  natural, ha encontrado   respaldos  y oposiciones, incluida la de las propias Cajas, que perderían un 25% de los ingresos que reciben por la vía  de las nóminas.  Pero también ha encontrado quienes proponen, dentro de la reforma,  vías alternativas para financiar la  Educación Superior Estatal;  dentro de ellas, aumentar un punto al CREE, con destinación especifica,   e incluso hay quienes proponen que simplemente se asigne por la vía de los impuestos generales  a la renta   .   Sea por una vía o sea por otra, nos sumamos  a la aspiración de lograr un ingreso recurrente  para la educación superior Estatal de al menos  un  Billón de pesos.

Aquí de nuevo, debemos  reconocer el  papel de la Ministra de Educación; aun a riesgo de ser incomprendida, se está jugando a fondo  con el sector. El Congreso y el Gobierno, lo saben.

Me parece, a juzgar por lo que  nos han informado los congresistas,  que ya hay victorias tempranas como  suelen decir los planificadores; parece que se ha abierto campo la propuesta de extender a las Universidades Estatales, el beneficio que la reforma quiere otorgarles al SENA y al ICBF:   garantizarles,  año a año,  como mínimo, un presupuesto que crezca con el IPC +2 ;  es decir 2 puntos porcentuales más de lo que ocurre con las Universidades Estatales.

Finalmente hacemos un llamado a que el Congreso tenga un momento de lucidez y sea capaz de aprovechar  el trámite de la reforma tributaria  dando pasos hacia la solución estructural de la Educación Superior Estatal en Colombia, mitigando  el aplazamiento   indefinido de enfrentarla,  al haber fracasado en dos oportunidades la posibilidad  de reformar la ley 30 de Educación Superior en el Congreso.

Tal y como están las cosas, no podrá haber  equidad ni en el acceso, ni en la permanencia, ni en la calidad. Es decir no habrá futuro deseable. Esperemos que todo salga bien.

 

Luis Enrique Arango Jiménez

Rector Universidad Tecnológica de Pereira

Presidente Sistema Universitario Estatal SUE