Cuando empezamos a oír hablar de Internacionalización, se asoció siempre al fenómeno de la Globalización de la economía, lo que implicaba la circulación de capitales, de mercancías, de mano de obra, en un mundo cada vez más interconectado a nivel de medios de transporte y de comunicación
Poco se hablaba desde el ámbito del conocimiento, aunque se tenía la conciencia del carácter universal del mismo y de la importancia del trabajo mancomunado para el avance de la ciencia y de la tecnología.
En las Universidades, la Internacionalización en los orígenes se centró en la movilidad de Profesores y estudiantes para propósitos de formación y en menor cuantía para investigación.
Nuestras Universidades entraron más bien tarde a los procesos de internacionalización; empezaron con funcionarios encargados del tema, para luego establecer oficinas de relaciones Internacionales, y finalmente desembocar paulatinamente en verdaderos procesos estratégicos asociados a la internacionalización. Naturalmente que dejando atrás el concepto reduccionista de centrarla en la movilidad para de manera gradual volverla una dimensión estratégica propia de todos los procesos de formación, de investigación de extensión e incluso de la gestión administrativa.
La Internacionalización ya es un fenómeno distribuido que debe insertarse en todas las unidades académicas y no sólo ser la preocupación de una sola dependencia. Ella trasciende a los currículos, que deben atender a las tendencias globales, a las titulaciones conjuntas, a las dobles titulaciones, a las investigaciones conjuntas, a las redes de cooperación, a la impartición de clases en otra lengua, y natural mente a la movilidad en doble vía y en su sentido más amplio. La internacionalización debe convertirse en un proceso conciente, que tome en cuenta el impacto sobre el desarrollo local, regional y nacional, en términos de equidad y sostenibilidad ambiental.
El estudio de los idiomas, dejó de ser algo opcional para convertirse en algo esencial; cada vez la suficiencia en un segundo o tercer idioma se vuelve requisito de grado en las Universidades; atrás esta quedando el eufemismo de estudiar los idiomas para propósitos técnicos, una forma disimulada de bajarle rigor al estudio y a las competencias para la comunicación. Un idioma se estudia para podernos comunicar; hablándolo, entendiéndolo y escribiéndolo. El resto es retórica. No conozco quien se haya puesto a estudiar español técnico. Cuando se tienen competencias comunicacionales básicas, la terminología técnica asociada a las diferentes disciplinas se da por añadidura.
Hace poco el Consejo Nacional de acreditación CNA incluyó como un nuevo factor de calidad a considerar, el grado de internacionalización, lo que por supuesto, es absolutamente acertado. Algunas voces, más por temor que por convencimiento, han tratado de censurar la medida por discriminatoria y excedida. A esto no hay que temerle, aún recuerdo los tiempos de la patria boba cuando algunos programas académicos sacaron de los currículos el inglés por ser el idioma del imperio, no faltó el que interrogara por qué no estudiábamos el Embera. Hoy por fortuna en la Universidad Tecnológica de Pereira, se volvió un requisito grado, que debe atenderse de manera extracurricular
Para un programa profesional, la exigencia es equivalente a las competencias adquiridas en 16 cursos de 40 horas cada uno, lo que totaliza 640 horas de estudio. Fundamentalmente se acredita la solvencia en el idioma Inglés, aunque reglamentariamente puede ser posible cumplir el requisito con otro idioma.
Estimamos que el nivel exigido, está sacando los profesionales al mercado con un nivel entre B1 y B2, de acuerdo al estándar del marco Europeo. No es lo ideal, pero determina un camino claro a seguir. Le estamos diciendo a los estudiantes que procuren incluso, estudiar una tercera lengua.
Para dar un dato de como se están moviendo las cosas en el plano internacional, los últimos estudiantes que enviamos a Francia, para un programa de doble titulación, debieron cumplir con el requisito de solvencia en Francés y en Inglés de manera simultánea.
Luis Enrique Arango Jiménez
Rector Universidad Tecnológica de Pereira
Presidente Sistema Universitario Estatal SUE.