La forma como se distribuirá el fondo de regalías para Ciencia, Tecnología e Innovación   ha despertado malestar en la comunidad científica; la que se ha hecho visible en  diversos pronunciamientos.  Había una gran expectativa en quienes han sido los usuarios habituales de los recursos destinados a la Ciencia, Tecnología e innovación  de que los criterios de asignación  mantuvieran las lógicas precedentes.

 Me explico,  este 10%, que la ley  de regalías determina que vaya a  este fondo, y que  para el año 2012 superara los 800.000 millones,  será distribuido para financiar proyectos  que provengan de cada una de las seis regiones en que se dividió el país para este propósito y cada región tendrá de este fondo una cuota de asignación de recursos que  no se relaciona con las capacidades científicas instaladas en ellas, o con los históricos de inversión en C,T e I; si no con las necesidades básicas Insatisfechas de los entes territoriales que conforman las regiones.  Los aglomerados en porcentajes determinan las siguientes cuantías del total: Caribe 30%, Distrito Capital 3.2%, Andina 19,9%,  Antioquia- Eje Cafetero 8.7%, Pacifico 12%  y Amazonas- Orinoquia 26.2%.  

Para dar una idea del desencuentro entre las inversiones anteriores y las proyectadas  con el fondo de regalías, tomemos por ejemplo  la región distrito Capital;  de acuerdo al observatorio de Ciencia y Tecnología,   esta región entre el 2008 y el 210 se llevó el  53, 11 % de  toda la inversión  en Ciencia, Tecnología e Innovación.  Ahora con los recursos de las regalías solo pueden aspirar a un 3.2%; no es difícil  encontrar explicaciones al malestar provocado.

Sin embargo es justo advertir que esta distribución fue el resultado de la decisión de los Congresistas; ni Colciencias, ni el Gobierno son responsables de  esta distribución. Es un hecho cumplido que hay que saber  valorar y  aprovechar. Se mueve en el propósito de trabajar la equidad y el equilibrio.

Los Centros y grupos de Investigación deberán  presentar y asociarse a  proyectos  que interesen a las regiones, incluso saliéndose de ellas para conformar megaproyectos,  si es del caso.  La voluntad es que los proyectos  resuelvan problemas e impacten  en lo posible  sumas de entes territoriales.  Aunque no está descartado el componente de investigación en Ciencia Básica dentro de los proyectos; este no es el foco de los proyectos que será calificado para aplicar a los recursos del fondo de regalías.   El grueso de la financiación para la ciencia básica deberá continuar proveyéndola Colciencias; el fondo de regalías solo complementa,  no sustituye. 

La asignación de recursos la hará un organismo de decisión tripartito, sobre los proyectos que Colciencias califique como viables, después de que estos hayan sido remitidos por las secretarias de planeación de los entes territoriales por donde ellos ingresen.   El órgano colegiado decisión tendrá  tres sectores cada uno con un voto: Las Universidades (4 públicas, 2 privadas);  Las Regiones (un gobernador por cada una de las seis regiones) y el Gobierno (3  Ministros, Planeación y Colciencias).  La secretaria Técnica estará a cargo de Colciencias.

Se ha especulado con que los Gobernadores  podrán ejercer un  veto con los proyectos y eso no es cierto;  cualquier ciudadano, organismo o entidad podrá presentar los proyectos y entrarlos por cualquier ente territorial, léase  Municipio o Departamento, las secretarias de Planeación harán el primer filtro  y de allí pasarán a la secretaría Técnica (Colciencias): Si es viable pasará  como  elegible  al organismo tripartito de decisión. 

Dependiendo de los acuerdos entre los entes y entre las regiones; y dependiendo de los proyectos podrán cruzarse recursos entre regiones y dentro de las regiones.

Los  proyectos pueden comprometer varias vigencias, pero en este caso solo se asignaran los recursos de la vigencia del 2012.  Lo que no se asigne se acumulará.  Para el año entrante la distribución será bianual; se estima  que para los años 2012, 2013 y 2014, el fondo de regalías para  C,T e I asignará un estimado de 3 billones de pesos.

Definitivamente aquí hay una gran oportunidad para construir en conjunto; es muy difícil prever o predecirlo todo; lo más inteligente es adaptarse a las nuevas reglas.

 

Luis Enrique Arango Jiménez