Texto escrito por los profesores Vicente Cediel Collazos y Fabio Cardona Muñoz.

Los Redondos

 

Eduardo Galeano - el escritor uruguayo - en la plaza Cataluña de Barcelona visitó la manifestación de "los indignados" y en esa oportunidad se refirió a un político uruguayo al cual le preguntaban si aquel señor lo podrían colocar en la lista para senador, a lo cual respondió: "No,no, no, ese es un redondo" , "él llamaba REDONDO a los que quedaban redondos de tanto darse vuelta",  ya la juventud no cree en esos redondos.

http://www.youtube.com/watch?v=fBW3XRN7OK0

 

Esos redondos pueden cambiar principios, a los veinte años ser de la izquierda radical, convencidos de que el capitalismo no es el mejor mundo posible (proposición que sigue siendo cierta), que en sus entrañas alberga otro sistema, otra realidad que se puede construir (quizás mejor que esta realidad); luego a los  treinta se dan cuenta que conseguir dinero es el verdadero objetivo de su vida y a los  cuarenta su filosofía ya es postmodernista y Fukuyama tiene la razón, llegó el fin de la historia, la cúspide del desarrollo es el neoliberalismo, la libertad del mercado es el ideal conseguido. Se acercan a movimientos nacionalistas y felices quedan con la nueva constitución, llegan al cero de la recta  y finalmente a los sesenta se acercan al extremo derecho y con esta burguesía solicitan a los trabajadores que entreguen sus "descomunales conquistas"; quizás la mesada catorce era extrema, la estabilidad laboral era una conquista muy costosa, la educación pública secundaria para los pobres era demasiado buena y costosa y lograron llevar su calidad a la mediocridad de hoy (treinta años duró esta tarea), desde hace unos ocho años comenzaron la misma tarea con la educación superior (a decir verdad lo están logrando más rápido, docentes veamos los cambios que ocurren en nuestra U)),  las horas nocturnas que comenzaban a las seis de la tarde y hoy  la tarde finaliza a las diez de la tarde y la noche comienza a las diez de la noche; sólo hay un sabático en toda la "vidatica"; los docentes deben llegar masterados y doctorados; si se enferma un trabajador los gastos familiares (arriendo, comida, matricula y pensión de los niños, transporte, etcétera) se disminuyen en un 34%, ya que al incapacitado le pagan solo un 66% de su salario, de pronto estos redondos de la derecha piensen que el estado no debería cancelarles nada, basta con el permiso institucional y es mucho decir que le conserven el puesto a un incapacitado, recuerden la famosa frase de "este puesto no es para caballos incapacitados".

 

El sueño de la derecha es definir el comportamiento de su contradictor, el patrón sueña pagando con comida y ropa de trabajo a sus obreros, que los obreros "recuperen" su jornada de 16 horas, que la diferencia entre ricos y pobres aumente aún más; pero lo mejor es que los administradores de la burguesía definan las políticas de los sindicatos, claro, amenazando y expulsando a los obreros más avanzados.

 

Queda probado por la historia que el principio de explotar al máximo al trabajador no es negociable; la burguesía no lo cede, incluso utiliza todas las formas de lucha para  mantenerlo, expulsan trabajadores, asesinan sindicalistas, cierran fábricas (generando falsas quiebras), cada año aumenta la pobreza, hoy por ejemplo, los niños del Chocó mueren de hambre, la población campesina en un 53% "vive" con necesidades básicas insatisfechas. Pero no, los burgueses afirman que los pobres se deben apretar más el cinturón, que no hay  presupuesto; pero compran un avión no tripulado que vale un año de presupuesto de la UTP, 50 millones de dólares.

Los docentes de la UTP deben ser todos por horas, para qué pagar tiempos completos si por horas pueden trabajar 28 a la semana. Con unos pocos docentes masterados y doctorados se puede abrir una carrera, ah eso sí, a cuatro millones el semestre. Qué hacemos si el estado está mal, no queda plata después de negociar con los Nule, con los Gómez, con los.... y con todos aquellos que inventan carruseles.

 

Faltan 61 contratos para completar la planta aprobada de docentes; es decir el 20%, mientras que los estudiantes aumentaron el 400%.

 

Bueno es entender que los redondos no cambian,  seguirán dando vueltas por el globo terráqueo y sus opositores oficiales seguirán creyendo que el neoliberalismo es la cara fea del bello capitalismo.

 

El asunto de los principios es un “viejo” debate iniciado hace un buen tiempo por el señor rector de la universidad cuando empieza su metamorfosis  y no encuentra mejor manera de justificar su cambio, es decir, su redondez, renunciando a los principios que durante mucho tiempo eran el fundamento de sus discursos.

 

 Renunció a los democráticos para ajustarse a los de la institucionalidad. Obviamente  son radicalmente  contrarios. Los segundos le han brindado muchos beneficios en lo político y en lo personal y los primeros lo alejarían de esas prebendas negándole las posibilidades de representar a esa clase dirigente y opresora (viejo término, no obsoleto, con sus efectos vigentes). Justificar su redondez hace que nos invite, tácitamente, a renunciar a principios tales como el respeto por la vida, la lucha por la conquista de mejores condiciones laborales  y económicas para nosotros los trabajadores, la participación colegiada y democrática en la toma de decisiones, lucha por la gratuidad de la educación  y su desarrollo científico, lucha por un sistema de salud  gratuito y humanizado para la población que así lo requiera. ¿Estos son los principios obsoletos que debemos cambiar?. Porque las luchamos y gritamos estas consignas hace más de 40 o 50 años ¿son obsoletas? ¿Alguna de ellas está resuelta para dejarla de exigir?

 

No señor rector esta situación de crisis  desafortunadamente no ha cambiado para la población colombiana y por eso a los sindicalistas, que no hemos cambiado esos principios, nos asiste el deber de seguir exigiendo su cumplimiento.

 

A pesar de su advertencia al final de su comunicado en el periódico la Tarde, cambiar es aceptar lo que la administración afirma de lo que pasa en la universidad. Procesos democráticos, voluntad política para resolver los conflictos etc. (Ver videos de la negociación). A juicio del señor rector, si los negociadores profesorales no aceptan estas afirmaciones, como base de la negociación, entonces, son personas no abiertas al cambio. Señor rector no nos crea tan ingenuos, su discurso, que de tanto repetirlo, ha terminado creyéndolo.

 

Vicente Cediera C.

Docente bioquímica UTP – MD

 

Fabio Cardona Muñoz

Docente Departamento de Matemáticas UTP