El pasado 20 de enero se conmemoró el aniversario 84 del nacimiento del maestro Omar Rayo –fallecido el 7 de junio de 2010–, uno de los referentes claves de la modernidad artística de Colombia, cuya obra alcanzó gran visibilidad en el ámbito nacional e internacional, como lo demostró Google con el homenaje que rindió ese día en su portal de búsquedas.

La opción plástica de Rayo fue la geometría, la cual logró explorar ampliamente a través de medios como la pintura, la escultura y las artes gráficas. Su impronta expresiva empezó a perfilarse desde principios de los años sesenta, al mismo tiempo que otros contemporáneos suyos como Ramírez Villamizar, Negret, Soto, Cruz Díez, Oiticica, entre otros, también exploraban las posibilidades del abstraccionismo geométrico, desde otros intereses temáticos y procedimentales.


Por la cercanía con el Museo Rayo, fundado en Roldanillo, Valle en 1981, nuestro seguimiento a la prolífica producción del maestro ha sido permanente. Cada semestre los estudiantes de artes visuales y diseño visitan este espacio para reconocer en la impronta de Rayo las señas de un proyecto que media entre lo racional y lo poético. Gracias a esta proximidad, en el 2010 un grupo de profesores de la Escuela de Artes Visuales de la Universidad Tecnológica de Pereira se puso en la tarea de invitar al artista a la Facultad de Bellas Artes y Humanidades para comprometerlo con la realización de una exposición individual, que además contemplaría la donación de una escultura pública para este espacio. En corto tiempo, quienes lideraban la iniciativa, tenían en sus manos el diseño de la obra, titulada “Palíndromo”, y la autorización para iniciar su desarrollo. A través de la Vicerrectoría de Investigaciones, Innovación y Extensión de la Universidad consiguieron el aval institucional para proyectar su realización, dentro de las especificaciones técnicas y plásticas previstas por el escultor. Sin embargo, el maestro Rayo falleció veinte días después de iniciado este proceso, quedando en manos de la Universidad el reto de materializar la donación.


Con la coyuntura de los 50 años de la UTP se asumieron los compromisos institucionales para sacar adelante el proyecto. Al frente de este proceso han estado los profesores de la Escuela de Artes Visuales, vinculados al proyecto Eidos Ensamble, Carmen Elisa Vanegas, Gabriel Duque, Mario Méndez y el director del programa Rubén Darío Gutiérrez, además de un grupo de estudiantes que colaboran en el proceso. Fueron estos docentes los responsables de la dispendiosa labor que significó darle cuerpo al diseño original, al lado de los ingenieros Elías Vallejo, egresado del programa de Ingeniería Mecánica de la UTP, quien tuvo a su cargo la creación de la estructura en lámina de hierro, y Fernando Robledo responsable de los estudios de suelo que garantizan la estabilidad del espacio escogido para su ubicación.


En el mes de diciembre de 2011 la estructura, de cuatro metros de altura y cuatro toneladas de peso, fue instalada en la plazuela de ingreso al auditorio de la Facultad de Bellas Artes por dos potentes grúas, cuyo ritual de movimientos calculados concentró la atención de toda la comunidad universitaria. Seguidamente un grupo de estudiantes, tutoriados por el equipo responsable, preparó la lámina para recibir el color, componente expresivo fundamental en la identidad estética de la obra de Rayo.


El próximo 14 de febrero, como cierre de las actividades conmemorativas de sus 50 años, la Universidad presentará a la comunidad la escultura, en una ceremonia que busca reconocer el valor de este patrimonio y de todo el legado cultural del maestro Omar Rayo para nuestro contexto.