La cobardía de los anónimos

 

Por Carlos Victoria *

Por los emails de la universidad circula un anónimo suscrito por un supuesto “profesor transitorio” de la UTP en la cual hace una serie de juicios morales y señalamientos a mi vida pública en el sector educativo, y a mi vida académica. Inmediatamente la divulgue en mi fb, y se la remite al rector quien respondió en estos términos:

 

“Bien hecho que lo denuncies, los anónimos son el arma de los cobardes. No te amilanes; a cada rato sucede lo mismo. Saludos”.

La diferencia con esta respuesta es que en mi caso soy un simple docente transitorio. No tengo la posición dominante del representante legal de esta institución. Es incomparable. De todos modos comparto su valoración. Es lo menos que podía hacer el Ingeniero Arango frente al contenido del anónimo.

Al final del escrito el remitente anónimo señala lo siguiente:

“Si usted es de tanta calidad y de tantos principios, deje de perjudicar la Universidad con sus sueños de revolución Maoísta y  busque trabajo en otro lado. Deje de manipularnos a los docentes transitorios con argumentos de politiquería barata como los que usted usa. Sin profesores como usted ahí si podemos decir VIVA LA UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA”

 Por supuesto que acudí a conocidos y amigos de la rama judicial para evaluar el contenido y alcance del documento en el que se fijan posiciones en favor de la gestión de la actual administración, y en contra de los resultados del plebiscito que se llevó a cabo hace pocos días, en el que el 97% de la comunidad universitaria reprochó el mecanismo para la redesignación de rector por un quinto período.

He recibido voces de apoyo. Especialmente de estudiantes y profesores, tanto en mi Universidad como de otras universidades  (Universidad de los Andes, Santiago de Cali, entre otros). A todos y todas les agradezco su comprensión y solidaridad argumentativa, especialmente rechazando el uso de anónimos para las críticas y señalamientos en medio del conflicto de legitimidades que agobian a nuestra sociedad.

 

Por supuesto que a un anónimo no se puede responder o contra argumentar como debería ser. No porque es incentivar el secretismo y validar este tipo de mecanismos que  algunos tildan de cobardes. Además he preguntado en mi fb si se trata de una amenaza o  de un acoso laboral. Sobre todo cuando se hace explicito el deseo de un sector de la Universidad, representado por el anónimo, de que yo abandone la Universidad.

Comprendo la angustia de las mentalidades que se esconden en el anónimo del “profesor transitorio” frente a los desenlaces contemporáneos de la contrademocracia, como nuevos espacios, lenguajes y posibilidades de la democracia contestataria y que en el caso del reciente paro universitario ha cosechado elogios y reconocimientos, incluso por parte de los  contradictores y otros agentes de la sociedad. Los resultados del plebiscito, posiblemente,  han alterado las aguas mansas que reinaban aquí.

 

A quienes siguen mi blog (http://agendapu.blogspot.com/) solo les digo una cosa: en el pasado también han intentado callarme. Es uno de los costos que se pagan cuando se apela al disenso, en una sociedad que está lejos de ser pluralista y tolerante. Sin pretender otra cosa que ser un relator de la historia presente, dejo constancia que  es imposible caer en la trampa del miedo, menos en una universidad en la que se ha luchado por el libre pensamiento.

 

Seguramente saldrán más anónimos en los que se referirán a quienes hemos resuelto optar por una posición crítica en la Universidad y la sociedad. Me gustaría responder uno a uno los cuestionamientos del anónimo, los cuales incluso me llevaron a hacer un juicioso ejercicio de la memoria, pero sin interlocutor visible es imposible. Eso es lo más triste y sobre todo en una Universidad que se precia de ponderar la libertad.

 

Repito con el rector (al “interlocutor”) Sr o Sra. anónim@ no sea cobarde. Lo menos que podemos exigir es que la máxima autoridad  de la Universidad descalifique públicamente este tipo de actuaciones que en nada contribuyen a construir Universidad, y menos una sociedad capaz de resolver sus conflictos a través de la deliberación y el consenso.

 

*Docente Facultad de Ciencias Ambientales. Candidato a Magister de Historia.

 

http://agendapu.blogspot.com/2011/12/la-cobardia-de-los-anonimos.html