Existe una canción llamada Desiderata, la cual conmina a escuchar a todos. Apoyándome en su constructivo mensaje y en el derecho fundamental a la libre expresión, plasmado en la Constitución Política de la República de Colombia, he decidido leer y responder el comunicado del profesor Jairo Mendoza enviado a la comunidad universitaria el día 28 de noviembre del presente año.

Profesor Mendoza, me gustaría que usted me explicara cuál es la manera suya de sufrir. El sufrimiento es algo demasiado complejo y solamente alguien que sufre puede sentir su esencia y su presencia. Me gustaría saber cómo se sufre en Europa, haciendo un curso de perfeccionamiento del idioma inglés. Siendo usted un docente transitorio, ¿me podría decir cuándo se publicaron las convocatorias para la beca, la subvención o la financiación total de un viaje al Reino Unido para el curso mencionado? ¿Me podría decir si yo, sin ser amigo del ordenador del gasto, también podría ir a Inglaterra? También sé que estuvo en otro país europeo otros dos meses, dígame por favor, profesor Mendoza, ¿Cómo se ve la U.T.P. desde Europa?

Si claro, usted también ha sufrido, démoslo por hecho, igual lo malo de la rosca es no estar en ella. Ahora le pregunto: si la universidad estuvo en paro durante dos meses, ¿por qué los únicos que deben dejar de recibir pago somos los profesores ocasionales? Si la universidad está en paro, me puede decir ¿qué hacen los demás personajes que laboran en la U? ¿Acaso la esencia de la Universidad no son los estudiantes? ¡Qué terrible problema es perder el norte! Sin embargo lo que usted dice es cierto, la administración tomó medidas, y en qué forma, ¿sumas y restas?

Profesor Mendoza, los profesores ocasionales podríamos contar con las mismas garantías laborales con las cuales cuentan los profesores de planta, pero esto sería cuando reinara la ética, cuando existiera un rector que reclamara presupuesto a la nación para aumentar la planta de profesores, cuando existieran personas que contrataran con ética a los profesores ocasionales, sin embargo entiendo que en las actuales circunstancias, esto es mucho pedir.

Y en cuanto a la incertidumbre, profesor Mendoza, usted cómo ingeniero versado en la Física, sabe que el principio de incertidumbre rige el reino material, por ende no es nada nuevo que la incertidumbre reine entre criaturas que estamos adosadas a la dimensión física de este universo.

Viene ahora su tristeza profesor Mendoza, ¿me puede decir qué poder político están buscando unos docentes ocasionales cuya contratación comparte el trono con Damocles? Sin embargo, todavía tenemos derecho a soñar, soñar con el poder de nuestro voto como ocasionales, ¿acaso detenta poder quien tiene que votar por una opción que no es la propia, so pena de perder la renovación de su contrato?

Profesor Mendoza, me encanta la parte de los epítetos, sin embargo por respeto a la comunidad universitaria no los voy a escribir aquí. Luego le hago la siguiente pregunta: ¿Por qué considera tabú hablar en defensa de la administración o del rector? ¿acaso no dice usted que el 90% de la comunidad universitaria está a favor de él? Y no sea soñador sin piso, lo que el rector no hizo en 12 años de labor no lo hará en tres por muy buena voluntad que pudiera tener, sin embargo a lo mejor usted si logra ese objetivo, porque es más fácil nombrar una persona de planta que 800.

Por último, cuando pasa cierta cantidad de tiempo, una persona va formando un criterio responsable acerca de la causalidad que rige el mundo por eso, en lo personal, me ofende que diga usted “afortunadamente se retiró el proyecto de ley 112”. ¿Cómo afortunadamente? ¿Entonces la lucha de los estudiantes no valió? En este punto le exijo respeto profesor Mendoza y me permito corregirlo: “Gracias a la lucha de los estudiantes el renuente gobierno retiró el proyecto de ley 112”. No olvide, recuerde: usted es egresado de la universidad pública, no haga la escena del jíbaro en nueva york o la del expatriado que no conoce un azadón.