Los datos del Ministerio de Educación Nacional, al corte de 2010, indican que Risaralda, encabezado por su capital, es el departamento del Eje Cafetero que más ha crecido en los últimos años en población universitaria.

Las estadísticas indican que pasó de tener 16.314 estudiantes en 2002, entre pregrado, especialización, maestría y doctorado, a 37.285 en 2010, en instituciones públicas y privadas. Es decir, en ocho años la población vinculada a la educación superior en el departamento aumentó 128%, lo que la convierte, sin duda, en una región universitaria.

Las razones de este incremento pueden ser múltiples y van desde la necesidad y exigencia en formación y calificación que pide el aparato productivo local, hasta los cambios globales en términos económicos y sociales, que han llevado a las instituciones educativas, públicas y privadas a abrir programas acorde con las tendencias mundiales.

A esto se suma que ha incrementado la oferta de entidades universitarias, básicamente privadas, tanto en el rango de carreras profesionales como en técnicas y tecnológicas, donde hay una alta demanda por parte de personas que requieren capacitaciones de corto plazo para ingresar rápidamente al mercado laboral.

En Pereira, en los últimos 20 años ha aflorado una oferta de instituciones de educación superior, que hoy es de unas 19 entre propias de la zona o de otras regiones.

La financiación

Existe otro factor que, para el director de Planeación de la Universidad Libre de Pereira, Jaime Alberto Montoya, es clave: la financiación.

"Nosotros decidimos traer a la universidad las entidades financieras que ofrecen un amplio portafolio de opciones de financiación en pregrado y postrado. Eso ayuda a los padres de familia a tener alternativas", agregó.

Otro punto determinante, en concepto del rector de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), de carácter público y hasta ahora la única universidad con Acreditación Institucional de Alta Calidad, Luis Enrique Arango, ha sido el esfuerzo para lograr ampliar la cobertura. La UTP tiene hoy más de 16.000 estudiantes vinculados y de hecho responde por cerca de 42% de la población universitaria de Risaralda.

"En este proceso hemos sido creativos e innovadores en aspectos de la financiación. Tenemos más de 3.000 muchachos estudiando en carreras cofinanciadas con matricula diferencial. No nos hemos cerrado a la banda que solo sea por vía subsidiada", dijo.

Arango señaló que están haciendo un trabajo en temas de articulación con educación media, que le originó al alma máter recoger estudiantes de grados diez y once. "Eso nos permitió mantener la tasa sostenida de crecimiento en matrículas", agregó.

De acuerdo con el Ministerio de Educación, también presentaron un buen dinamismo entre entidades públicas, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, la Universidad del Tolima y la Escuela Superior de Administración Pública.

Las instituciones privadas no se quedaron atrás. La matrícula privada aumentó para el periodo comprendido entre 2002 y 2010 en la Fundación Universitaria del Área Andina, la Corporación Universitaria de Santa Rosa de Cabal (Unisarc) y en la Fundación Centro de Investigación, Docencia y Consultoría Administrativa (Cidca).

Pero este crecimiento, que le permite hoy a Risaralda albergar 5.000 estudiantes más de los que registra Caldas, que ha sido conocido como un departamento universitario, también va de la mano con la dinámica de la ciudad -hoy centro del Eje Cafetero- y la preocupación de las universidades de ampliar permanentemente la oferta de programas.

Esto, enfocado no solo a mantener carreras tradicionales sino además dirigiéndose a otras novedosas para abastecer las necesidades del sector productivo, por ejemplo, en una economía globalizada.

"La última década de la UTP ha sido muy buena y la universidad privada tiene un empuje importante. El cambio en los últimos diez años ha sido notorio y se ha visto la llegada de universidades que construyen sedes", dijo Germán Toro, el director ejecutivo de la Red Alma Máter, que agrupa a instituciones públicas del Eje Cafetero.

La situación, señala el directivo, redunda en que el número de jóvenes bachilleres de Risaralda que buscan otros departamentos para emprender sus estudios universitarios viene bajando. Al tiempo ha subido el número de muchachos que se queda ante el crecimiento de la oferta.

Modificación a Ley 30 no da calidad

La modificación a la Ley 30 de 1992 (o de Educación Superior), que pretende hacer el Gobierno Nacional y que ha levantado polémica entre la comunidad universitaria, está pensada, en gran medida, en la ampliación de la cobertura, pero la calidad sigue quedando en el discurso. Así lo considera el director ejecutivo de la Red Alma Máter, Germán Toro, quien indicó que la reforma a la Ley no establece políticas que desarrollen la investigación y la innovación. "Es muy bonito decir que los empresarios hagan alianzas con las universidades para que inviertan en investigación, pero eso lo debe hacer el Ejecutivo y esa reforma no toca para nada el tema de la financiación por parte del Estado para la universidad pública en procesos de investigación e innovación. Se sigue pensando en normas para ampliar cobertura y el tema de calidad queda en un discurso", agregó el directivo. Toro señaló que, en el mundo, no son los empresarios los que mayoritariamente financian la investigación en las universidades. "Los países que han dado saltos en la materia ha sido porque los gobiernos dieron también saltos en financiación de las universidades", dijo.

Las opiniones

Luis Enrique Arango
Rector de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP)
"Las estrategias para ampliar cobertura nos ha permitido mantener la tasa sostenida de crecimiento en matrículas. La UTP responde por cerca de 42% de los matriculados".

Germán Toro
Director ejecutivo de la Red Alma Máter
"La modificación a la Ley 30 está pensada, en buena medida, para ampliar cobertura, pero la calidad se queda solo en discurso porque no establece políticas para ello".

 

 

Información tomada de: http://www.mineducacion.gov.co/observatorio/1722/article-272794.html