Desde 1996, cuando llegó a la Universidad Tecnológica de Pereira para orientar la cátedra de Topografía en Ingeniería Eléctrica, John Jairo Sánchez ha tenido un andar constante, generoso y decidido por la institución. Hoy, casi tres décadas después, es el director del programa de Administración Industrial, cargo que ha asumido en distintas etapas, al que siempre vuelve como quien regresa a lo esencial.
Historias
Pocas personas en la Universidad Tecnológica de Pereira pueden decir que han dedicado más de 50 años a construir vidas, transformar seres y facilitar sueños. Gonzaga Castro Arboleda es uno de ellos. Cumplió cinco décadas de servicio en abril, y detrás de ese tiempo hay una historia de oportunidades, estudio, amor por la docencia y profundo compromiso con la universidad.
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A Campo Elías González Pineda lo trajeron a la Universidad Tecnológica de Pereira unas palabras que, aunque simples, fueron contundentes: «Preséntese a un concurso docente que acaban de abrir en la UTP, hombre anímese, que esa universidad es buena». Se presentó, ganó el concurso docente y hoy completa 24 años enseñando matemáticas, viviendo entre números, operaciones, geometría, curvas de persecución, ah, y también jugando fútbol y siendo un orgulloso animalista.
Beatriz Helena Fernández Serna llegó a la Universidad Tecnológica de Pereira cuando tenía apenas 21 años. Han pasado más de tres décadas transitando sus pasillos, aprendiendo, sirviendo, encontrando en la institución algo más que un lugar de trabajo: para ella, la UTP es su primer hogar.
Por esas coincidencias que solo se entienden con el paso del tiempo, Manuel José Hurtado ha vivido a la Universidad Tecnológica de Pereira desde dos orillas: primero como funcionario administrativo y, luego, como docente. Más que un doble vínculo laboral, su historia refleja la de un hombre que ha recorrido los pasillos de la institución con la misma serenidad con la que conversa: pausado, cálido, con la claridad tranquila que deja la experiencia.
Gladys Consuelo Castrillón Zapata llegó a la Universidad Tecnológica de Pereira el 11 de diciembre del año 2000, sin imaginar que allí construiría una trayectoria marcada por el compromiso, el aprendizaje y el afecto. Cuando supo que estaban recibiendo hojas de vida para un cargo administrativo, no dudó en postularse. Fue entrevistada por el rector de la época y, sin mayores ceremonias, asumió su primer rol como asistente del director de la Red de Universidades Públicas del Eje Cafetero.
A Juan Carlos Castaño Benjumea no lo contrató la Universidad Tecnológica de Pereira: la universidad lo adoptó desde niño. Su primer recuerdo en la institución no fue una clase, ni una ceremonia de grado, ni una matrícula. Fue un regalo: un carro de cuerda que recibió en una fiesta para hijos de empleados. Tenía apenas cinco años.
La historia de Alba Lucy Romero Cañaveral en la Universidad Tecnológica de Pereira está hecha de papeles mecanografiados, memorandos, horarios, llaves, conmutadores y máquinas de escribir, pero, sobre todo, de afecto y gratitud. Cuando se le pregunta desde cuándo trabaja en la Universidad, responde sin titubeos:
En la Universidad Tecnológica de Pereira, entre probetas, tubos de ensayo, reactivos, herramientas y materiales de clase, hay manos que han acompañado por más de tres décadas la vida cotidiana de un programa por el que han pasado centenares de estudiantes. Germán Darío Pérez Ospina, quien hace parte del equipo de trabajo de la Facultad de Tecnologías, adscrito al programa de Química, ha sido uno de esos rostros constantes, discretos y valiosos que sostienen con paciencia y compromiso el funcionamiento de espacios esenciales para la formación universitaria.
El 24 de febrero de 1982, Jorge Javier Santacruz Ibarra ingresó por primera vez a la Universidad Tecnológica de Pereira, recomendado por José Ignacio Moncayo, su hermano de la vida y compañero inseparable desde los años universitarios en Pasto y luego en Cali, donde cursaron juntos una maestría. Lo que comenzó como una coyuntura laboral, sin estar en sus planes, se convirtió en su proyecto vital más duradero.