Cuando nos hablan de biodiversidad, nuestra mente rápidamente viaja hasta el Amazonas, pensamos en una guacamaya o nos transportamos a una montaña lejana y por esa razón, difícilmente relacionamos este concepto con algo cercano a nuestra forma de vida en las ciudades o a nuestro actuar cotidiano. Entonces, ante este panorama, podría parecer aún más extraño hablar de biodiversidad urbana.