La Asociación de Jubilados de la UTP clausuro este jueves 20 de noviembre, el Taller de Arte y pintura correspondiente al segundo semestre del 2025. Durante varios meses, este espacio reunió a jubilados de la universidad y a estudiantes de la Licenciatura en Artes Visuales en torno al dibujo, al color y la creación colectiva.

El evento de cierre mostró el resultado del trabajo realizado durante el semestre, obras que hablan de paciencia, exploración, ganas de aprender. Para la Asocian, este taller es más que una actividad académica; se ha convertido en un punto de encuentro donde el arte acompañe y crea comunidad.

Durante la jornada, Consuelo Jaramillo, integrante de la junta directiva de la Asociación de Jubilados y coordinadora del taller de dibujo y pintura, explico que este proceso es posible gracias al convenio entre la UTP y la Licenciatura en Artes Visuales. Cada semestre, dos estudiantes realizan su práctica acompañando al grupo en técnicas como óleo, escuela y acrílico, un apoyo que señalo “ha permitido que los participantes avancen tanto en lo artístico como en su expresión personal”.

Uno de los momentos más representativos de la clausura fue la exposición colectiva. Cada participante presentó su obra y compartió la historia de vida que la inspiro, recuerdos familiares, pasatiempos que habían dejado atrás, experiencias significativas y procesos personales que encontraron un nuevo lenguaje en lienzo.

Muchos comentaron que llegaron sin saber cómo sostener un pincel y que, con la ayuda de los profesores y compañeros, lograron avances que consideraban imposibles. Para algunos, incluso, el taller tuvo efectos terapéuticos, ayudándoles a relajarse, reencontrarse y transformas emociones a través del arte.

Entre las voces del grupo estuvo María Consuelo Restrepo Mesa, jubilada de la UTP y antigua docente de la Escuela de Español y comunicación Audiovisual. Destaco que el taller no solo ofrece aprendizajes técnicos, sino también conceptos y rutas para entender el arte desde otro lugar. Para ella, los resultados de cada grupo han sido “muy valiosos y bellos”, y los retos propios del proceso se transforman en oportunidades gracias al acompañamiento continuo de los practicantes.

El aprendizaje también ha sido profundo para quienes orientaron las sesiones. Isabel Jaramillo, estudiante de octavo semestre de Artes Visuales, expresó que enseñar en el taller ha sido una experiencia “muy bella”, marcada por el intercambio constante entre generaciones y por la gratitud que surge en cada encuentro. Junto a su compañero José Aldemar, acompañó a un grupo de entre 15 y 20 participantes en proyectos de dibujo y pintura. Entre pinceles, ejercicios y conversaciones, se consolidó un ambiente cálido que se vio reflejado en las obras expuestas.

Para la Asociación de Jubilados, este taller reafirma el compromiso con el bienestar, la creatividad y la permanencia del vínculo con la Universidad. La presencia de los estudiantes no solo renueva los procesos cada semestre, sino que mantiene vivo un diálogo intergeneracional que enriquece a todos.

El cierre concluyó con emoción: obras terminadas, expresiones de agradecimiento y la satisfacción de haber construido un espacio común de aprendizaje. Una jornada que recordó que el arte sigue siendo un camino para encontrarse, expresarse y seguir creciendo.