En un espacio cargado de reflexión, sensibilidad y rigor académico, la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Tecnológica de Pereira presentó “El tránsito del yo al nosotros: una estrategia de comunicación educativa para la restauración personal, social y comunitaria”, un proyecto que explora nuevas rutas para la resocialización de habitantes de calle desde la fuerza transformadora de las narrativas autobiográficas.

La iniciativa, desarrollada por Lina Marcela Arboleda Ciro y Nicoll Valentina Galarza Rodríguez, estudiantes de la Maestría en Comunicación Educativa, cuya directora fue la docente Gloria Inés Correa Aristizábal, tuvo como propósito socializar con la comunidad los resultados de una investigación que indaga por el poder de la memoria personal y la narración de la propia historia como herramientas para sanar, resignificar y reconstruir tejido social.

La palabra como puente restaurativo

El estudio parte de una premisa fundamental: en contextos de vulnerabilidad, contar la propia vida puede convertirse en un acto profundamente reparador. Aunque las narrativas autobiográficas han demostrado su utilidad en escenarios educativos y comunitarios, su uso como estrategia restaurativa en procesos de resocialización de personas en situación de calle ha sido poco explorado.

En este caso, los participantes del Albergue Rural para el Habitante de Calle de Pereira encontraron en la narración de sus historias una oportunidad para reconocerse, reflexionar sobre su camino y empezar a reconstruir relaciones deterioradas por la exclusión y la ruptura social. La estrategia permitió no solo examinar el pasado, sino también abrir rutas de reconciliación y sentido de comunidad a través de prácticas restaurativas.

La investigación se inscribe en la línea “La educación y la comunicación en procesos de transformación cultural” de la Maestría en Comunicación Educativa, dirigida por el Mg. Gonzaga Castro Arboleda, y aporta elementos clave para comprender cómo la comunicación educativa puede fortalecer el capital social comunitario en escenarios de alta vulnerabilidad.

Los hallazgos del proyecto ofrecen orientaciones para programas de rehabilitación y resocialización en otros territorios, y dialogan con marcos normativos locales e internacionales que abogan por intervenciones más humanas, integradoras y sostenibles.

El trabajo propone un modelo que visibiliza la voz de quienes históricamente han sido marginados y demuestra que la restauración social no se logra solo desde la asistencia, sino desde la creación de espacios donde la palabra, la participación y la corresponsabilidad son motores de cambio.

Un evento con voces que conmueven

A la jornada asistieron representantes de Ciudad Futuro, encabezados por su director Jorge Iván Rendón Giraldo, junto a los profesionales María Elena Londoño Gálvis, Juan David Bolívar Morales y Cristian Arroyave Aldana. Pero los protagonistas fueron, como debía ser, los propios habitantes de calle que hicieron parte del proceso: Adriana Vergara Jaramillo, Alejandro Sarria Jaramillo, Mara Alejandra Garzón Vega, Yeison Andrés Cruz Rincón y Mario Andrés Henao.

Ellos cerraron el encuentro con emotivos mensajes de gratitud, evidencia viva de que la palabra compartida puede convertirse en punto de partida para la reconstrucción personal y colectiva.

Hacia una ciudadanía más justa y humana

Ejercicios como este ratifican que la educación y la comunicación, pensadas de manera ética y transformadora, pueden trascender lo individual para incidir en la construcción de comunidades más justas, resilientes e inclusivas. En Risaralda, este proyecto se erige como un referente de cómo la academia puede dialogar con la realidad social para generar procesos que devuelvan dignidad, reconocimiento y esperanza.