En el marco del seminario Lenguas Originarias de Colombia, la Maestría en Lingüística de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Tecnológica de Pereira llevó a cabo una experiencia académica-vivencial que conectó a sus estudiantes con la riqueza lingüística y cultural del país. La actividad tuvo lugar en el resguardo Escopetera y Pirza, en el municipio de Riosucio (Caldas), territorio ancestral que habitan comunidades Emberá y Umbras, y que conserva un valioso patrimonio arqueológico conocido como Ciudad del Tiempo, caracterizado por sus petroglifos y geoglifos.






Este encuentro se enmarca dentro del proceso de renovación curricular que adelanta la Maestría en Lingüística, el cual busca ampliar su mirada hacia el estudio, la preservación y la revitalización de las más de 78 lenguas que se hablan en la actualidad en Colombia. Según el docente John Harold Giraldo, gestor del seminario y el director de la maestría Leandro Arbey Giraldo Henao, este ejercicio no solo responde a un cambio académico, sino también a una “apertura epistémica y cultural”, que invita a repensar la enseñanza del lenguaje desde perspectivas decoloniales, pedagógicas y regenerativas.
Durante la salida de campo, los estudiantes tuvieron la oportunidad de dialogar con miembros de las comunidades, conocer sus procesos de revitalización lingüística y comprender cómo las lenguas originarias se relacionan íntimamente con el territorio, la naturaleza y la cosmovisión de los pueblos. En Riosucio, por ejemplo, se adelantan esfuerzos por recuperar la lengua Umbra, la de los Kumba, que se consideraban extintas, y fortalecer la lengua Emberá, en procesos donde confluyen la oralidad, la memoria y el contacto intercultural.
“La experiencia permitió a los maestrantes reconocer que las lenguas no se limitan a sus estructuras formales, sino que están profundamente conectadas con lo social, lo ambiental, lo artístico y lo espiritual”, expresaron. Así, el lenguaje se entendió como un sistema vivo que comunica, simboliza y recrea el mundo desde la diversidad.
El recorrido por Ciudad del Tiempo también ofreció un espacio de reflexión sobre los modos expresivos ancestrales inscritos en la piedra, una forma de comunicación que trasciende el tiempo y el lenguaje hablado. Este encuentro con los saberes locales, la naturaleza y la historia permitió a los participantes vivir una pedagogía situada, donde el aprendizaje ocurre desde la experiencia y el diálogo con las comunidades.


Como parte de los resultados del seminario, se proyectan trabajos de grado centrados en la revitalización lingüística, el uso de tecnologías en la enseñanza de lenguas originarias y la reflexión intercultural. Además, los docentes plantean la posibilidad de crear un Centro o Instituto de Lenguas Propias, que complemente la Facultad de Ciencias de la Educación, para promover el estudio, la enseñanza y la preservación de las lenguas nativas y criollas del país.
Esta experiencia marca un hito para la Maestría en Lingüística de la UTP, al situar el estudio del lenguaje en un contexto más amplio, diverso y profundamente humano, donde aprender es también un acto de reconocimiento, respeto y diálogo con las raíces que nos conforman como nación pluricultural y multilingüe.








