En medio de surcos verdes, hileras de hortalizas y el aroma fresco de la tierra húmeda, los estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias y Agroindustria de la Universidad Tecnológica de Pereira encuentran cada día un escenario ideal para poner en práctica sus conocimientos, la Granja de Formación Hortícola, un espacio donde el aprendizaje se cultiva con las manos y con la experiencia.



Este entorno académico, adscrito al programa de Tecnología en Producción Agrícola, se ha consolidado como una herramienta fundamental en la formación de los futuros tecnólogos del campo. Allí, los estudiantes no solo observan, sino que siembran, cuidan y conducen sus propios cultivos, integrando teoría y práctica en cada etapa del proceso agrícola.
“Aquí nuestros estudiantes cada semestre siembran, cuidan y conducen esos cultivos, cada uno según su asignatura y su avance académico”, explica Miguel Alfredo Ruiz López, director del programa. “Porque en esta escuela aprendemos haciendo. Aprendemos con los cultivos, donde las mismas plantas son profesoras que les muestran a los estudiantes sus momentos de cosecha, sus necesidades nutricionales, sus plagas y sus enfermedades”.
La Granja de Formación Hortícola funciona como un laboratorio vivo en el que se fortalecen competencias técnicas, científicas y ambientales, promoviendo la sostenibilidad y el respeto por los ciclos naturales. En este espacio, cada parcela es una lección, cada planta una guía y cada jornada de trabajo una oportunidad para comprender de manera integral la producción agrícola.
Bajo la orientación de los docentes y técnicos de la facultad, los estudiantes participan activamente en todas las fases del cultivo: desde la preparación del suelo y la siembra, hasta la cosecha y evaluación de los resultados. De esta manera, la granja se convierte en un escenario de innovación, práctica y compromiso con la agricultura regional.
“Esta es la Granja de Formación Hortícola”, concluye el profesor Ruiz. “Un espacio donde el conocimiento germina, crece y da fruto gracias al trabajo y la dedicación de nuestros estudiantes”.
La iniciativa reafirma el compromiso de la Universidad Tecnológica de Pereira con una educación práctica, sostenible y transformadora, en la que el campo es, literalmente, el aula y la tierra, la mejor maestra.