Con una sonrisa tranquila y el entusiasmo de quien sigue disfrutando de su oficio, el profesor Julián Serna Arango recuerda su paso por la Universidad Tecnológica de Pereira, institución a la que llegó en 1988 como director del Departamento de Humanidades e Idiomas tras ganar un concurso docente que lo vinculó como profesor de planta. Desde entonces, su trayectoria ha estado marcada por el compromiso con la enseñanza, la investigación y la escritura.

Con el tiempo, Serna orientó su labor hacia los posgrados, acompañando a estudiantes en programas como el Doctorado en Ciencias de la Educación, el Doctorado en Literatura, la Maestría en Filosofía, la Maestría en Literatura, la Maestría en Comunicación y la Maestría en Arte y Educación, entre otros. 

“Lo que más orgullo me da son mis publicaciones, porque son lo que permanece. Escribir me ha permitido dialogar con otros, tender puentes entre la filosofía y la literatura, y dejar un legado que no se disuelve en el tiempo”, señala el profesor, quien ha publicado más de 38 libros en editoriales de Colombia, España y México.

Su legado como docente va más allá de las aulas. Durante años ha defendido la idea de una enseñanza que provoque, emocione y permanezca en la memoria de los estudiantes. “El mayor regalo que me dio la universidad fue dejarme hacer. Me permitieron enseñar con libertad, moverme hacia los posgrados y trabajar en lo que consideraba fundamental. Ese voto de confianza lo agradezco profundamente”, expresa.

Al recordar el momento de su jubilación, el profesor reconoce que sentía incertidumbre, pero encontró en el área de Talento Humano un acompañamiento clave: “Fue todo lo contrario de lo que creía. Todo resultó sumamente fácil gracias al equipo de trabajo de esta dependencia. Sus funcionarios me brindaron confianza. Con ellos encontré humanidad y calidez durante el proceso”. 

Relevo generacional y transferencia de conocimiento

El programa de Relevo Generacional y Transferencia de Conocimiento, liderado por el área de Talento Humano, según explica Angélica Tobasía, trabajadora social del área, busca preparar a los docentes y administrativos para una transición tranquila hacia la jubilación, al tiempo que se recoge y reconoce el legado de quienes han dedicado su vida a la universidad.

“El programa es un reconocimiento a la trayectoria profesional y humana de quienes se desvinculan por pensión. Queremos que las personas puedan ordenar su vida familiar, financiera y de salud para llegar tranquilas a ese momento. También buscamos recoger y proyectar su conocimiento, porque no se trata solo de lo técnico, sino de lo que cada persona aprendió en su experiencia y que puede servir de legado a la comunidad universitaria”, afirma Tobasía.

En este proceso participan además Lina Orozco, encargada de estructurar el programa de relevo generacional, y Marta Isabel Monroy, responsable de articular las acciones de bienestar. Junto con Claudia Alicia Rincón, directora administrativa de la oficina de Gestión del Talento Humano, conforman un equipo que acompaña integralmente a quienes se preparan para este paso en su vida laboral y personal.

Esta historia refleja que el legado de un maestro no termina con la jubilación, sino que continúa en sus libros, en sus estudiantes y en la huella que deja en la institución. Y demuestra, además, que el tránsito hacia el retiro puede vivirse con serenidad y confianza cuando existe un acompañamiento cercano, humano y eficaz, como el que se busca brindar en la Universidad Tecnológica de Pereira