La Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Tecnológica de Pereira fue escenario este fin de semana de una experiencia formativa transformadora, liderada por Sindey Carolina Bernal, ex viceministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, quien llegó con la convicción de que la educación puede y debe cocrear sueños.

Con una trayectoria que abarca instituciones como la Fundación Universitaria Los Libertadores, el Área Andina, la Universidad Católica de Pereira, la Universidad de Cartagena y ahora la UTP, Bernal se ha convertido en una voz clave en la articulación entre tecnología, inclusión y formación docente.

Durante su visita, Bernal dirigió dos talleres diferenciados pero complementarios. El primero, con docentes del Departamento de Psicopedagogía, se centró en el uso de inteligencia artificial y la creación de recursos digitales para fortalecer el rol del profesor como creador de contenidos. La propuesta buscó activar los sentidos y fomentar la inclusión, especialmente en contextos de diversidad funcional.

“La idea es que los profesores no solo consuman tecnología, sino que la transformen en herramientas accesibles que reconozcan las habilidades de todos los estudiantes”, señaló Bernal.

El segundo espacio, dirigido a estudiantes de la Maestría en Educación, fue un laboratorio práctico de creación. Allí se exploraron narrativas transmedia, recursos visuales, auditivos y kinestésicos, con ejercicios como la producción de podcasts y el diseño de juegos educativos. La jornada cerró con una sesión de gamificación, donde los participantes propusieron dinámicas aplicables a sus propios contextos.

Educadores globales para desafíos globales

Bernal también compartió cifras del Foro Económico Mundial que revelan que el 86% de los procesos educativos ya están influenciados por inteligencia artificial, y más del 60% por tecnologías emergentes como la robótica y la automatización. Ante este panorama, la exviceministra hizo un llamado urgente:

“Si no nos transformamos, nos quedamos obsoletos. La educación debe responder a estas exigencias, potenciando no solo habilidades digitales, sino también el bienestar emocional y mental de los docentes y estudiantes.”

Más allá de los datos y las herramientas, Bernal insistió en que el motor de todo proceso educativo debe ser el amor. Ese “quinto elemento” que, según ella, enciende la chispa para transformar realidades.

“Ser profesor es la profesión más increíble del mundo mundial. Tenemos el poder de cocrear sueños. No perdamos esa chispa.”

Con esta visita, la Facultad de Ciencias de la Educación de la UTP reafirma su compromiso con una educación inclusiva, innovadora y profundamente humana, en la que la tecnología no reemplaza al docente, sino que lo potencia como agente de cambio.