Hoy lunes 25 de agosto, la Universidad Tecnológica de Pereira vivirá un momento simbólico y profundamente significativo: la entrega oficial de las cápsulas del tiempo a sus diferentes dependencias, estamentos y facultades. El evento se realizará a las 10:00 a. m. en el Teatro de Bellas Artes de Risaralda, con la participación de toda la comunidad universitaria.

Cada unidad podrá incluir en las cápsulas objetos, documentos y expresiones que reflejen la vida universitaria actual. Estos contenedores de memoria serán abiertos en el año 2061, cuando la UTP celebre su primer centenario.


El proyecto, liderado por el docente Francisco Javier Henao Castañeda, busca preservar la historia viva de la universidad y proyectarla hacia el futuro. “La cápsula del tiempo es un proyecto que tiene que ver mucho con la historia de la universidad, porque va a haber historia de la universidad”, explicó el profesor, ingeniero mecánico y docente de mecánica aplicada.
Cada cápsula será un testimonio tangible de esta época. “Van a ir materiales, grabaciones, papeles, esculturas en piedra, esculturas en mármol, en lo que la persona quiera. Lo que una persona quiera contar en esta época, de cómo se está viviendo la universidad académicamente, lo puede escribir, digitalizar, preparar como quiera e introducirlo a la cápsula”, detalló Henao.
Las cápsulas serán enterradas en septiembre de 2025 y permanecerán selladas durante 36 años. “El año 2061 es un año importante para la universidad porque nuestra institución cumple 100 años. Entonces, para el centenario se va a abrir”, agregó el docente.
La invitación está abierta a toda la comunidad universitaria. “Están invitados todos los estamentos que trabajan para la Universidad Tecnológica de Pereira, desde los que tienen el placer de limpiar nuestra universidad hasta el comandante máximo, que es nuestro rector. Todos pueden participar: administrativos, docentes, pensionados, egresados”, afirmó.
Este proyecto no solo celebra el presente, sino que construye un puente hacia el futuro. La UTP se prepara para dejar huella, con la certeza de que en el año 2061, al abrir las cápsulas del tiempo, se revelará un retrato auténtico de lo que la institución y su comunidad representan hoy.
