Naslly Stefanny Londoño Largo es una de las nuevas profesionales que la Universidad Tecnológica de Pereira entrega al país. A sus 23 años, esta joven se gradúa como ingeniera en Procesos Agroindustriales de la Facultad de Ciencias Agrarias y Agroindustria y lo hace con una convicción profunda: que cada paso, por más difícil que haya sido, ha valido la pena.

Su historia está tejida con hilos de esfuerzo, determinación y fe. Nacida en Manizales y criada en Pereira desde que tenía un año, es la menor de su casa y siempre ha encontrado en su mamá, a quien describe como una “guerrera”, el pilar de su vida. Tiene una hermana de 28 años y una familia con raíces en el campo, de donde también ha brotado parte de su inspiración.

Mi vida ha sido una montaña rusa de emociones”, dice Naslly con serenidad. A lo largo de su camino atravesó momentos difíciles que la enfrentaron a sí misma, especialmente desde el año 2016. Fue entonces en el 2022 y ya cursando su pregrado en la UTP cuando una profesora de la Facultad le extendió una invitación que cambiaría el rumbo de su vida: asistir a un retiro espiritual. Allí, conoció el amor de Dios y el apoyo incondicional de quienes la rodeaban. “Después del retiro, todo empezó a cambiar. Me sentí más tranquila, más consciente, y comencé a ver mis sueños con más claridad”.

Su paso por la Universidad comenzó en el programa de Tecnología en Producción Hortícola. Gracias a su rendimiento académico, logró dar el salto a Ingeniería en Procesos Agroindustriales, en un recorrido que sumó seis años de estudio entre tecnología, ingeniería y un profundo crecimiento personal.

Para Naslly, su carrera fue mucho más que una formación profesional, fue una escuela de vida. A los 18 años, en paralelo con sus estudios, inició su primer proyecto de emprendimiento, una comercializadora de panela, producto que representa con orgullo gracias a sus vínculos familiares con Supía, Caldas. Aunque comenzó con dinero prestado, hoy tiene dos sucursales de su negocio ‘Comercializadora de Panela Spot’, que además rinde homenaje a su compañero fiel, un perrito que la acompañaba incluso a clase.

En su voz hay gratitud por cada profesor y compañeros que hicieron parte de su proceso. “Siempre hubo alguien que me apoyó. Mis compañeros me ayudaban para que pudiera estudiar y emprender al mismo tiempo. Los profesores han sido un puente que me brindó conocimiento, experiencia, y muchos, ejemplo de vida por su calidad humana”.

Además de su título, Naslly cuenta con un Diplomado en Gestión de Proyectos cursado también en la UTP, herramienta que ha aplicado directamente en sus iniciativas productivas. Hoy, la teoría y la práctica se funden en su día a día, en ese amor por el campo, por el trabajo con campesinos y en el deseo de compartir lo que sabe para seguir ayudando a otros.

“Valoro cada parte de mi vida, de mí, de lo que soy, y por supuesto también valoro a todos los que están a mi alrededor. Porque por ellos es que ahora estoy acá. Y porque Dios nunca me ha fallado, antes me ha sacado de donde nunca debí estar”. Para ella, este logro no es un cierre, es el inicio de nuevos caminos: “Quiero seguir estudiando, quiero llegar muy lejos. Todos tenemos un propósito. Para mí, esto no termina acá, es solo el comienzo”.

La historia de Naslly refleja el espíritu resiliente y soñador de quienes hacen grande a la Universidad Tecnológica de Pereira.