Entre abrazos, lágrimas de orgullo y muchos aplausos quedará marcada esta fecha como un día inolvidable para Mario Fernando Sossa Franco, quien recibió su título profesional como Administrador Industrial de la Facultad de Tecnología de la Universidad Tecnológica de Pereira. Detrás del diploma que recibió Mario se encuentra una historia de resiliencia, esfuerzo y transformación personal.
La familia de Mario es oriunda de la vereda la Mina cerca de Tuluá, Valle del Cauca y cuando su madre apenas estaba en embarazo fueron desplazados por la violencia, un hecho que marcó sus vidas y los hizo comenzar un nuevo rumbo donde buscaron oportunidades en el municipio de Santa Rosa de Cabal, allí pasó su infancia y tiempo después llegaron a Pereira, donde Mario empezó a forjar sus sueños, “tuve una infancia feliz, con padres espectaculares. No teníamos muchas cosas, pero nunca nos faltó el amor”, recuerda.
Mario se describe como un joven soñador, introspectivo y apasionado por el emprendimiento. Se define como alguien tranquilo y alegre, que encuentra en el deporte y las motos no solo una afición, sino un estilo de vida. Le encanta explorar a fondo cada asunto que le apasiona, especialmente aquellos ligados al mundo empresarial, convencido de que desde allí es posible transformar realidades; aunque inicialmente soñaba con estudiar Ingeniería Civil, la vida lo llevó por otro camino: primero cursó Tecnología Industrial y luego Administración Industrial en la UTP, “me enamoré de la carrera, me gustó el enfoque empresarial y entendí que desde ahí podía generar soluciones reales a problemas como el desempleo», afirma.
Su paso por la universidad no fue fácil. Mario enfrentó múltiples retos, desde batallas internas con la disciplina académica hasta combinar el estudio con el trabajo, “estudiar de noche y trabajar de día fue una experiencia retadora, pero me enseñó a organizarme, a exigirme y a crecer”, cuenta.
Durante su formación en la universidad, Mario también se destacó como deportista en el equipo de rugby de la UTP y más adelante, como practicante y colaborador en la Oficina de Gestión de la Comunicación y Promoción Institucional “comencé en la oficina de comunicaciones como practicante, allí detectamos oportunidades de mejora, luego estuve como colaborador y propusimos un modelo Kanban para gestión de tareas, fortalecimos la organización de la información y optimizamos procesos internos usando herramientas como Excel y Power Query”, explica.
En su paso por la oficina de comunicaciones Mario asumió un rol clave como líder administrativo del área, y todo lo que aprendió en sus programas académicos mientras estudiaba estudiando lo pudo poner en práctica, “la universidad no solo me dio un título, me transformó como persona. Hoy tengo una visión más justa, valoro el esfuerzo de mis padres, entiendo a los demás, y quiero seguir aportando a la sociedad”. Para él, hacer parte del equipo de comunicaciones ha sido una experiencia que lo ha impulsado a crecer, a confiar más en sus habilidades y a reafirmar su deseo de seguir creando desde lo que le apasiona.
Actualmente, Mario trabaja en una empresa del sector motero y lidera un proyecto personal: abrir su propio café, aplicando todo su conocimiento empresarial, “espero especializarme, ser magíster en esta misma universidad y llegar lejos como empresario”, afirmó sobre su futuro, mientras mira al pasado y menciona lo que le diría a su versión más joven, “a mi yo niño, le diría que disfrute de su niñez, que lo hizo. A mi yo joven, le diría que hiciera exactamente lo mismo. Todo sucedió como debía, y gracias a eso soy quien soy hoy”.
La historia de Mario es testimonio de cómo el esfuerzo y la pasión pueden abrir caminos que transforman vidas. Hoy, al recibir su título como Administrador Industrial, no solo celebra el cierre de una etapa académica, sino el comienzo de una vida profesional marcada por los aprendizajes, sueños y éxitos. Su paso por la UTP no solo le entregó herramientas profesionales, también le permitió reencontrarse con su propósito y convertirse en un ejemplo de superación para todos.