La Facultad de Bellas Artes y Humanidades se llena de orgullo al destacar a dos de sus más brillantes egresadas, Juliana Castro Castañeda y Marcela Díaz Zapata, docentes comprometidas, visionarias y profundamente humanas. Ambas son Licenciadas en Bilingüismo con Énfasis en Inglés y magísteres en Educación Bilingüe, un camino académico que han recorrido juntas desde sus inicios y que hoy culmina en un reconocimiento significativo por parte de la Secretaría de Educación.




Juliana y Marcela no solo han compartido el aula universitaria, sino también una visión común, transformar la enseñanza del inglés desde un enfoque comunicativo e intercultural. Esta misión se consolidó en su trabajo de grado de maestría, centrado en la competencia comunicativa intercultural y el método de video based instruction, un proyecto que no se quedó en el papel, sino que se llevó directamente a la práctica en sus instituciones educativas, el Colegio Nuestra Señora de Fátima y la Institución Educativa San Nicolás, respectivamente.
«Nos dimos cuenta de que impactamos nuestras comunidades, no solo en la enseñanza de la competencia lingüística, sino que fuimos más allá», afirman con entusiasmo. Gracias a este enfoque, sus estudiantes no solo mejoraron su nivel de inglés, sino que también desarrollaron una comprensión más profunda de su propia cultura y la de otros, abriendo así espacios de diálogo, respeto y diversidad.
El impacto fue tal, que ambas fueron seleccionadas por coincidencia, pero no por casualidad para un reconocimiento especial de la Secretaría de Educación, otorgado a los mejores docentes de cada institución. “A cada una nos hicieron el reconocimiento de manera individual, pero coincidimos en que fue gracias al mismo proyecto”, comentan. Juliana fue destacada por su experiencia significativa en el aula, mientras que Marcela quien también trabaja en el programa de la licenciatura con énfasis en inglés, recibió el reconocimiento por su enfoque innovador con impacto social.
El caso de estas dos docentes demuestra que la enseñanza del inglés puede ser mucho más que ejercicios gramaticales: puede ser una herramienta para el desarrollo integral de los estudiantes. “Pudimos demostrar que, con los muchachos de bachillerato, incluso en contextos públicos o semiprivados, se pueden lograr transformaciones reales. La enseñanza del inglés no se queda en el libro; se vive y se comunica desde lo cultural”.
La historia de Juliana y Marcela es también una historia de amistad y compromiso mutuo. Desde el pregrado, pasando por su tesis de licenciatura, la maestría, un diplomado en docencia universitaria y múltiples proyectos conjuntos, ambas han tejido una relación que trasciende lo académico. “Tenemos un feeling para trabajar juntas, no solo en lo profesional sino también en lo personal”, cuentan con cariño.
Hoy, con gratitud, reconocen el papel fundamental que tuvo la universidad en su formación. “Estamos súper agradecidas con la Facultad de Bellas Artes y Humanidades, con el programa de Licenciatura y la Maestría en Educación Bilingüe. Nos hicieron crecer mucho, y ese crecimiento lo hemos podido transmitir a nuestros estudiantes”.
Esta es una historia de compromiso, perseverancia y educación con propósito. Un ejemplo de cómo la vocación docente, cuando se vive con pasión y entrega, puede transformar no solo aulas, sino comunidades.