Con una legislación pionera en América Latina, Colombia ha dado pasos significativos en la consolidación de una política pública de bienestar animal. En este contexto, la Universidad Tecnológica de Pereira, a través del programa de Medicina Veterinaria y Zootecnia, se alista para lanzar una nueva especialización en Bienestar Animal Integral que responda a los desafíos éticos, científicos y legales que plantea esta materia.


La docente Viviana María Velásquez Archila, médica veterinaria, especialista en bienestar animal, y máster en etología de animales de compañía, quien orienta las asignaturas de Semiología y Etología y Comportamiento en el programa de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Facultad de Ciencias de la Salud, sostiene que “la ley 1774 marcó un antes y un después: los animales pasaron de ser considerados bienes semovientes a ser reconocidos como seres sintientes”. Este cambio ha implicado una transformación profunda en la manera en que las personas, las instituciones y la academia deben relacionarse con los animales, especialmente en los contextos de producción, investigación, salud y convivencia.
A partir de esta evolución normativa, Colombia adoptó el modelo de las cinco libertades del bienestar animal, que contemplan la libertad de hambre, sed, miedo, dolor y la posibilidad de expresar un comportamiento natural. Sin embargo, como lo indica Velázquez, la ciencia ha avanzado hacia el enfoque de los cinco dominios, una mirada más integradora que busca el equilibrio entre aspectos físicos, ambientales y emocionales. “No se trata de evitar emociones negativas a toda costa, sino de permitir que los animales tomen decisiones que les generen bienestar real”, puntualiza.
Desde su rol docente, Viviana ha promovido la inclusión del bienestar animal en los contenidos curriculares, pero reconoce que se necesita ir más allá. “Nos dimos cuenta de que esto no podía quedarse en una percepción personal. El bienestar animal debe construirse desde la ciencia, con parámetros verificables y cuantificables”. Por ello, en articulación con la Facultad de Ciencias de la Salud, el programa trabaja en el diseño de una especialización que formará a profesionales con bases sólidas, capaces de evaluar, aplicar y hacer veeduría sobre los criterios de bienestar animal.
Una de las aliadas clave para esta iniciativa ha sido la doctora Claudia Liliana Rodríguez, formuladora de la política pública nacional y departamental de bienestar animal, con quien se ha avanzado en la estructuración del posgrado. “Queremos formar a quienes estarán en campo: los funcionarios del ICA, del Invima, los profesionales de clínicas, fincas y plantas de sacrificio. Ellos deben tener claridad científica sobre lo que significa el bienestar animal”, aseguró Velázquez.
La docente también insistió en que “De nada valen las leyes, si las que se generan no son acordes a la realidad nacional y además no hay quien las aplique, las regule y las vigile». Por ello la propuesta académica busca formar líderes capacitados para generar políticas y normativas aterrizadas en el tema y el contexto nacional y que entiendan el bienestar no solo como una sensibilidad hacia los animales, sino como una disciplina técnica y regulada, alineada con las realidades sociales y productivas del país.
Queremos formar a los especialistas que generan las politicas públicas en los departamentos, y territorios, a los futuros funcionarios del ICA, del Invima, de las corporaciones regionales, clínicas veterinarias, producciones pecuarias y plantas de sacrificio, pero además a los profesionales que podrán dar educación sobre el tema ya que la educación es un componente esencial para que el bienestar animal se normalice en nuestra sociedad.
La Especialización en Bienestar Animal Integral, próxima a ser ofertada por la UTP, se posiciona como una respuesta pertinente al marco normativo nacional y como una apuesta académica por una convivencia más justa y consciente entre humanos y animales. Un paso más para que la ciencia se traduzca en transformación del territorio.