En el corazón de la Universidad Tecnológica de Pereira, una estudiante de Ingeniería Industrial ha encontrado la manera de fusionar tecnología y humanidad en los procesos de producción. Manuela Betancurt Heredia, quien cursa su último semestre, ha desarrollado un proyecto que busca optimizar los recursos en estaciones de ensamble colaborativas, donde humanos y robots trabajan juntos.

Su investigación, titulada “Programación de tareas de ensamble en una estación colaborativa secuencial humano-robot”, no solo responde a las necesidades de automatización en la industria, sino que también plantea una cuestión fundamental: ¿cómo aprovechar la robótica sin reemplazar la labor humana?

«Las industrias están cada vez más enfocadas en la automatización, pero la robótica no viene para reemplazar, sino para complementar las líneas de producción», explica Betancurt. Su trabajo se basa en tres escenarios de colaboración: humanos y un robot; humanos con dos robots; y finalmente, dos humanos y dos robots. El objetivo es asignar tareas de manera eficiente, garantizando que cada recurso desempeñe su rol de la mejor forma posible.

El interés por este tema nació en la asignatura de Producción, donde aprendió sobre scheduling (programación de tareas). «Desde ahí sentí la necesidad de indagar más. Me llamó la atención cómo la robótica podía incorporarse sin desplazar a las personas», recuerda. Con el respaldo del semillero de Ingeniería Industrial y el laboratorio de manufactura flexible, empezó a darle forma a su investigación.

El impacto de su proyecto fue evidente cuando participó en el Encuentro de Semilleros, donde pudo exponer su trabajo ante docentes y estudiantes. «Fue una experiencia enriquecedora. No se trata solo de que el proyecto quede ahí, sino de hacerlo conocer», enfatiza. La recepción fue más que positiva, despertando el interés en la comunidad académica por la integración de la robótica en los procesos productivos.

A medida que se acerca el final de su carrera, Betancurt mira hacia el futuro con la convicción de que su trabajo puede aportar a la evolución de la industria sin perder de vista el factor humano. «La automatización es necesaria, pero debemos recordar que la capacidad humana sigue siendo fundamental. No se trata de sustituir, sino de complementar», afirma con seguridad.

Con investigaciones como esta, la Universidad Tecnológica de Pereira sigue siendo un espacio donde la ciencia y la innovación convergen con la esencia de lo humano, construyendo puentes hacia un futuro en el que la tecnología y las personas colaboren de manera armónica.