En la UTP todos sumamos: El esfuerzo, la disciplina y la pasión por la medicina llevaron a Ricardo Betancourt Quevedo, egresado de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), a recibir un importante reconocimiento: ser distinguido como el mejor interno de la promoción 2024-01 en la Fundación Santa Fe de Bogotá, uno de los hospitales más prestigiosos del país.








Con este logro, Ricardo se convirtió en el primer estudiante de la UTP y del Eje Cafetero en obtener este galardón, un hito que refleja la excelencia de su formación y abre camino para futuras generaciones de médicos.
Una historia de vocación y superación
Aunque hoy la medicina es su mayor pasión, Ricardo no siempre tuvo claro su camino. Desde niño, su admiración por su padre lo llevó a soñar con ser ingeniero eléctrico, sin embargo, en su último año de colegio, una experiencia con la Cruz Roja despertó su interés por las ciencias de la salud.
«Toda la vida quise ser ingeniero eléctrico porque mi papá es mi héroe y siempre quise seguir sus pasos. Sin embargo, en el colegio tuve un acercamiento a la Cruz Roja y ahí descubrí que quería ayudar a las personas de otra manera», relata Ricardo.
Al postularse a la UTP, Medicina fue su primera opción y la Ingeniería Eléctrica la segunda, pero su desempeño académico hizo que pronto se convenciera de que había tomado la decisión correcta.
«En primer semestre intenté salirme, pero mi papá me dijo: ‘Si le estuviera yendo mal lo dejo cambiarse, pero es que le está yendo bien’. Y era verdad», recuerda con humor.
Fue en cuarto y quinto semestre, al iniciar su contacto con pacientes, cuando comprendió la magnitud de su vocación. En octavo semestre, ya con mayor experiencia en hospitales, encontró el equilibrio entre el estudio y la práctica, disfrutando plenamente de su aprendizaje.
Más allá de la medicina: un profesional con múltiples intereses
Lejos del consultorio, Ricardo es una persona tranquila y disciplinada, apasionado por la lectura, los videojuegos y el deporte. En su tiempo libre, disfruta del ciclismo, una actividad que comparte con su abuelo los fines de semana, y durante la pandemia descubrió su gusto por la música, aprendiendo a tocar el piano.
En su paso por la UTP, desarrolló un profundo amor por la natación, disciplina que practicaba en la piscina semiolímpica de la universidad, donde pasaba largas horas luego de clases. En Bogotá, como interno, exploró el senderismo en los cerros de la ciudad, siempre en búsqueda de nuevas experiencias.
Docentes y experiencias que marcaron su formación
Entre sus recuerdos más valiosos de la universidad, Ricardo destaca con cariño a sus profesores de Parasitología y Microbiología, el Dr. Santa Cruz y el Dr. Moncayo, quienes hicieron de su enseñanza una experiencia inolvidable.
«El Dr. Santa Cruz, en parasitología, nos sentaba en el laboratorio de microbiología, cerraba las persianas y nos proyectaba unas tiras cómicas mientras nos narraba un cuento sobre un parásito intestinal llamado ‘Ascarito’. De esta manera, nos explicaba su ciclo de vida y cómo se combatía con medicamentos. Así aprendíamos de una forma única», recuerda con admiración.
Su experiencia en la Fundación Santa Fe de Bogotá
El internado, una de las etapas más desafiantes en la formación médica, representó un reto significativo para Ricardo. La Fundación Santa Fe de Bogotá es reconocida por su altísimo nivel académico y exigencia profesional, lo que lo motivó a dar lo mejor de sí.
*»Cuando estaba en la universidad, una amiga que había hecho su internado en Brasil me dijo: ‘Si tienes la oportunidad, vete, haz tu internado en otro lugar, cambia, experimenta'».
Este consejo lo inspiró a postularse a la Fundación Santa Fe, donde vivió un año de formación intensa y aprendizaje profundo.
«Entrar a la Fundación fue un reto enorme. Es un hospital con grandes profesionales y una exigencia impresionante. Hice mi trabajo con dedicación y compromiso, sin esperar nada más que aprender. Recibir este reconocimiento fue una sorpresa enorme y una gran alegría», expresa.
Este premio, más allá de ser un logro personal, representa un hito para la Facultad de Ciencias de la Salud de la UTP y para el Eje Cafetero, demostrando que los egresados de la universidad están a la altura de los mejores estándares del país.
«Ser el primer interno de la UTP y del Eje Cafetero en recibir este reconocimiento me llena de orgullo. Espero que más estudiantes de nuestra universidad se animen a postularse y demostrar que tenemos una formación de altísimo nivel».
Un referente para las nuevas generaciones
El reconocimiento a Ricardo Betancourt Quevedo es un reflejo del compromiso, la disciplina y la excelencia con la que los profesionales de la Universidad Tecnológica de Pereira enfrentan su labor. Su historia es una inspiración para todos aquellos que sueñan con ejercer la medicina con pasión y dedicación, y su logro deja en alto el nombre de la UTP en escenarios de gran prestigio a nivel nacional.