El municipio de Quinchía, reconocido por su rica minería de oro y su destacada producción de cafés especiales, mora y caña panelera, posee además un gran potencial turístico, gracias a sus majestuosos cerros de Opiramá, Cantamonos y Punta Lanza.

En esta localidad de 33,000 habitantes, llegó el programa «UTP en tu territorio», una iniciativa que busca nivelar a estudiantes en áreas como lenguaje, matemáticas, inglés y brindarles acceso a conocimientos básicos en tecnología.

Uno de los beneficiados fue José Miguel Chiquito Guapacha, quien se graduó en 2022 de la Institución Educativa Nuestra Señora de Los Dolores. José Miguel vive en Quinchía junto a sus padres y tres hermanos, y fue gracias a un exdocente que se enteró de esta valiosa oportunidad.

“Para mí, fue una gran sorpresa conocer esta oferta educativa de la Universidad Tecnológica de Pereira. Ya había presentado documentos en otra universidad, la cual me aceptó, pero lamentablemente no pude ingresar por dificultades económicas”, comenta José Miguel.

Este joven considera que el programa era una necesidad largamente esperada en Quinchía, brindando un beneficio significativo para aquellos jóvenes que desean continuar sus estudios a nivel universitario.

Sobre el desarrollo del curso, José Miguel destacó que fue una experiencia de retroalimentación de lo aprendido en el colegio y la introducción a nuevos conceptos tecnológicos, lo que les permite actualizar conocimientos y prepararse para el examen del ICFES, indispensable para ingresar a la universidad.

“Espero que esta clase de iniciativas sea adoptada por otras universidades, para ampliar la oferta y mejorar la cobertura de educación superior en territorios tan remotos como Quinchía, donde los jóvenes tienen muy pocas oportunidades de seguir creciendo”, subrayó José Miguel.

Este joven aspira a estudiar tecnologías relacionadas con el medio ambiente y el campo, áreas clave en la economía de su municipio, lo que le permitirá desarrollar sus capacidades profesionales y contribuir al mejoramiento de las condiciones sociales de su comunidad.

“Muchos de nosotros, que vivimos en estos territorios, pensamos que quien se educa puede contribuir a crear un mundo mejor y que quienes ya estamos educados, tenemos el deber de educar a aquellos que no han tenido la oportunidad”, reflexiona José Miguel