Con el firme propósito de salvaguardar la seguridad de toda la comunidad universitaria, se ha compartido el Protocolo de Emergencia del Campus, una guía esencial para actuar de manera adecuada en caso de situaciones de riesgo. La prevención es el aspecto más importante dentro de este protocolo, por lo cual se insta a todos los miembros de la universidad a estar alertas ante cualquier situación que pueda comprometer su seguridad y a comunicarlo de inmediato para iniciar las acciones de evacuación preventiva.

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Los jefes de cada dependencia, como responsables del personal bajo su cargo, tienen la responsabilidad de evaluar la situación y evacuar el área si las condiciones de seguridad lo exigen. En tales casos, se debe dirigir a las personas a una zona segura o al Punto de Encuentro. Si la situación se agrava, desde el Punto de Encuentro se ordenará la evacuación total y se establecerá un protocolo para el regreso al campus una vez que se confirme que las condiciones son seguras.

Asimismo, se ha enfatizado la necesidad de ordenar la evacuación preventiva de las instalaciones a aquellas personas que presenten alto riesgo, como aquellos con condiciones de salud delicadas y las mujeres embarazadas.

En caso de emergencias como sismos, incendios, fugas de gas o alteraciones del orden público, se recomienda lo siguiente:

  1. Evalúe la situación con calma.
  2. Si es posible, aléjese de la zona y diríjase al Punto de Encuentro o a un sitio seguro lejos del área de peligro.
  3. Si no puede evacuar, informe su situación a la extensión 7411, al guarda de seguridad o al teléfono 606 3137200, y espere ser auxiliado.
  4. Siga las instrucciones del personal de emergencias.

Adicionalmente, en situaciones donde no sea posible el ingreso o permanencia en las oficinas o sitios de trabajo debido a una emergencia, los jefes de cada dependencia determinarán la realización de trabajo desde casa y mantendrán contacto con sus equipos para coordinar el regreso al trabajo presencial, sin perjuicio de las decisiones oficiales que emita la Rectoría.

Este protocolo es una herramienta clave para garantizar la seguridad en el campus, y se insta a todos a familiarizarse con sus indicaciones y a actuar con responsabilidad en caso de una emergencia.