Cecilia Tamayo, docente de la Facultad de Bellas Artes y Humanidades de la UTP, ha dedicado su vida a transformar la educación musical en un espacio de inclusión y esperanza. Su innovador método CETA Music ha permitido que niños y jóvenes con discapacidades auditivas y visuales descubran su potencial artístico, demostrando que la música es un lenguaje universal que trasciende las barreras de la comunicación.

Laura Sandoval

Gracias a su incansable labor, Cecilia ha recibido múltiples reconocimientos, siendo el más reciente un premio del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, que destaca su compromiso con la inclusión y la diversidad a lo largo de más de tres décadas que ha impactado a cientos de niños, niñas y jóvenes.

Desde sus inicios en 1990, cuando aplicó por primera vez la metodología Orff en el Instituto de Audiología con 20 niños y jóvenes con discapacidad auditiva, Cecilia Tamayo ha demostrado que la música puede trascender barreras y convertirse en una herramienta poderosa de inclusión. Este trabajo pionero ha llevado al grupo musical dirigido por ella a escenarios nacionales e internacionales, rompiendo paradigmas sobre la discapacidad y mostrando la importancia de la música en el desarrollo de habilidades y destrezas.

«Mi trabajo pedagógico inició con el proyecto de grado en la licenciatura de música en la UTP, donde apliqué una metodología Orff. Este proyecto se consolidó con la ayuda de la embajada de Alemania, que donó los instrumentos necesarios», recordó Tamayo. Su método no solo ha sido una herramienta educativa, sino un puente hacia la autoestima y el empoderamiento para muchos jóvenes, lo que ha resultado en la inclusión de estos talentos en procesos educativos, culturales y sociales.

El reconocimiento más reciente, otorgado bajo la Resolución No. 0854 del 11 de julio de 2024, en la categoría de «Reconocimiento al Fortalecimiento y Salvaguardia de las Lenguas Nativas y de la Lengua de Señas Colombiana (LSC)», es un testimonio de la importancia de su trabajo, como Cecilia expresó: «este reconocimiento me anima a continuar con el proyecto, impactando a la población con discapacidad visual y auditiva del país».

Cecilia Tamayo no solo ha sido un faro en la educación inclusiva, sino que también ha inspirado a sus colegas y estudiantes a seguir sus pasos. Varios estudiantes de la licenciatura en música han realizado sus proyectos de grado a partir del método CETA Music, reflejando el impacto que su trabajo ha tenido en la academia.

Para Tamayo, la importancia de continuar trabajando en proyectos inclusivos radica en que «la inclusión promueve la diversidad y la equidad, lo que enriquece las experiencias y perspectivas de las personas involucradas». Además, subraya que «al incorporar la lengua de señas en los proyectos, se elimina una barrera de comunicación significativa, permitiendo que este grupo de personas pueda expresarse y ser comprendido de manera adecuada».

El método CETA Music no es solo una metodología, es un movimiento hacia la construcción de una sociedad más inclusiva y justa, como lo manifiesta la docente. A través de su trabajo, Cecilia ha demostrado que la educación inclusiva no solo cambia vidas, sino que enriquece a toda la comunidad.

Este premio otorgado por el Ministerio es un merecido reconocimiento a la trayectoria de la docente, quien ha dedicado más de tres décadas a la educación inclusiva a través de la música. Un galardón que honra su compromiso con la diversidad y la equidad. ¡Felicitaciones, profesora Cecilia Tamayo, por seguir inspirando con su labor incansable!