El Coro Sinfónico de la Universidad Tecnológica de Pereira celebra sus 20 años, un recorrido lleno de melodías, emociones y logros que han dejado una huella imborrable en la comunidad académica y artística. Fundado en 2004, por el maestro Julio Alberto Mejía Ospina, docente adscrito a la Facultad de Bellas Artes y Humanidades desde hace 30 años, esta iniciativa comenzó como parte de los procesos corales de formación, procesos que con el tiempo se convirtieron en un pilar en la formación vocal de estudiantes y profesionales, convirtiendo al coro de la UTP en un referente cultural en la región.

Laura Sandoval

Todo comenzó con una iniciativa conjunta de profesores para organizar algo lindo en la inauguración del nuevo edificio de la Facultad de Bellas Artes y Humanidades, quienes unieron sus talentos para crear una propuesta coral que daría vida al coro. La primera presentación, una mezcla de música latinoamericana de un compositor Caldense Héctor Fabio Torres  y el «Gloria» de Vivaldi, marcó el inicio de un camino que con el tiempo se llenaría de múltiples presentaciones, repertorios complejos y experiencias enriquecedoras. Como recuerda el maestro Mejía Ospina, actual director del coro: «así comenzaron las cosas, se nos fue dando, y ya creció la expectativa y la motivación».

Durante estas dos décadas, el coro ha contado con la dirección de renombrados maestros nacionales e internacionales, como Julián Lombana Mariño y otros directores de gran trayectoria, quienes han aportado su experiencia para elevar el nivel artístico del grupo. Estas colaboraciones han permitido al coro evolucionar, afrontando nuevos retos con cada montaje. «Cada año es un reto con los repertorios, y los repertorios son de más complejidad y exigencia», afirma el maestro Mejía Ospina.

El coro no solo se ha consolidado en la UTP, sino que ha llevado su música más allá de las fronteras universitarias, realizando presentaciones en diferentes ciudades del país y en el extranjero. Uno de los momentos más memorables fue su gira por Italia, donde, bajo la dirección del maestro Lombana, el coro tuvo la oportunidad de presentarse en diversas localidades, dejando una impresión profunda en el público europeo.

Este coro se ha nutrido de la diversidad de sus integrantes, desde estudiantes de todos los semestres de Licenciatura en Música hasta egresados, profesionales de otras carreras, jóvenes y adultos. Todos ellos, unidos por el amor a la música, han encontrado en el coro un espacio para crecer tanto personal como profesionalmente. «Lo más importante es la formación y la transformación de los estudiantes», destaca el director, quien ve en cada presentación la culminación de un proceso formativo integral.

Uno de los aspectos más destacados de estos 20 años ha sido la capacidad del coro para tocar el corazón del público. Según el profesor Mejía Ospina «hemos tenido momentos donde el público todo se pone de pie a aplaudir y no para de aplaudir». Este vínculo entre los artistas y el público es una de las experiencias más gratificantes para quienes han sido parte del coro, una conexión que ha permitido que cada presentación sea un evento único y mágico.

De cara al futuro, el maestro Mejía Ospina sueña con la institucionalización del coro, asegurando su permanencia y crecimiento dentro del programa de formación musical de la UTP. «Hemos puesto un proyecto muy importante y es el de siempre trabajar, de siempre estar ahí presentes», comenta con esperanza.

Estas dos décadas de historias del Coro Sinfónico de la UTP, no solo son una celebración de la música, sino también un reconocimiento a las vidas que han sido transformadas a través de ella. Es un tributo a la dedicación, al esfuerzo compartido y al poder de la música para unir y elevar el espíritu humano.