Y es que la participación de más de 3000 personas en los diversos diplomados que ha ofrecido a lo largo de sus 10 años de historia, ha garantizado que académicos, periodistas, líderes políticos y gobernantes, así como sociedad civil, se comprometan desde sus roles con la consolidación de la paz.
Las miles de personas que se han acercado a la Escuela de Paz, han encontrado en ella los argumentos teóricos, técnicos y humanos para apostarle a una actitud pacífica y conciliadora frente a todos los aconteceres de Colombia, sin embargo, la Escuela se fundamenta en una red de pensamiento y acciones para la construcción de paz, cuyo eje central es el Acuerdo para la Terminación del Conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, suscrito entre las FARC- EP y el gobierno colombiano en el año 2016.
Y es que la Escuela de Paz del Eje Cafetero, adscrita a la Facultad de Bellas Artes y Humanidades de la Universidad Tecnológica de Pereira y liderada por Sistema Universitario Estatal del Eje Cafetero, SUEJE, nació hace 10 años como resultado de una iniciativa académica que integra un diálogo permanente y abierto con la sociedad civil y como parte del proceso misional del Sistema Universitario del Eje Cafetero-SUEJE en el marco de un ejercicio de responsabilidad social de la entidad, a partir del presente año, se articuló a través del Plan de Desarrollo de la Universidad Tecnológica de Pereira, Programa: Universidad para la ciudadanía, la convivencia, la democracia y la Paz.
Yendo un poco a la historia, como resultado de un proceso de concertación entre diversos actores de la sociedad civil y la Academia, en el segundo semestre del año 2014 se definió una Agenda Regional de Paz como una apuesta colectiva para integrar diferentes rutas para el análisis, la apropiación del Acuerdo y la construcción de paz y es así como surgieron las principales líneas estratégicas de la Escuela, entre ellas la educación para la paz, el voluntariado, la red de comunicadores para la paz, y los movimientos sociales, entre otros.
“Desde sus inicios, esta apuesta académica parte de un ejercicio de concertación con instituciones, organizaciones sociales y personas independientes comprometidas con la construcción de la paz en Colombia. Este proceso de diálogo permanente permite ser el eje dinamizador a través de la Red, participando en la definición de contenidos académicos para el desarrollo de las diferentes Cohortes que se adelantan en el marco de los diplomados y haciendo gestión y concertación con expertos y expertas invitadas a contribuir con sus conocimientos al ejercicio académico y al intercambio de saberes en el marco del diplomado, las sesiones de deliberación pública y los eventos que se adelantan. En concordancia con este concepto, se generó una Red de docentes expertos académicos que desde esta perspectiva se traduce en solidaridad en un aporte altruista hacia el fin último, la construcción de una cultura de paz”, indicó Claudia Herrera, quien actualmente lidera la Escuela.
Son 10 años de historia en los que se ha trabajado con más de unas 3.000 personas, inicialmente de forma presencial y a partir de la pandemia de forma virtual, además de haber desarrollado 20 cohortes del diplomado de Liderazgo para la Paz, 5 cohortes del diplomado en Enfoque Diferencial, Construcción de Paz y Desarrollo Territorial, 1 diplomado en Políticas Públicas y Diversidad Sexual, 1 diplomado en Desarrollo de Proyectos Productivos para firmantes del Acuerdo de Paz, 5 talleres de Narrativas para la Paz, 3 cursos de Narrativas para la paz y un promedio de 15 eventos, en los que se incluyen 3 círculos de palabra para la desactivación del odio en el marco de las movilizaciones sociales.
“Debemos estar orgullosos de que, en este período de tiempo, logramos que los estudiantes que se han vinculado a este proceso vengan de muy diversos contextos, de la Colombia profunda y del exterior. Que los procesos de formación tengan un carácter diferencial que se fundamenta en la solidaridad por parte de las y los docentes que donan su saber y ponen su granito de arena para hacer de Colombia un lugar mejor” puntualizó Herrera.
Vale la pena destacar que los diplomados y cursos de la Escuela de Paz, no tienen costo para los estudiantes, ni son un requisito académico, con lo cual se garantiza que este proceso llegue a diversos sectores de la población.
Es por todo este recorrido que se puede decir que la adaptación de la ciudadanía a la Colombia en paz que se está construyendo, pasa por las experiencias vividas en estos 10 años de la Escuela de Paz.