Son espacios a los que la comunidad universitaria puede acudir para actuar ante casos de violencia de género en la Universidad.
Estos lugares que han sido distribuidos a lo largo y ancho del campus universitario, y en otros escenarios en los que hay presencia de miembros de la comunidad universitaria, son parte de la estrategia desarrollada por la UTP para actuar rápida y eficazmente ante hechos de violencia basada en género, como parte de la política de Bienestar Institucional de la U.
Y es que la UTP se puso como propósito incorporar la perspectiva de género como una herramienta de bienestar institucional, y para estar a la par con las mejores instituciones de educación superior del país que ya tienen una estrategia global de perspectiva de género.
Esa política de inclusión de la UTP, está enfocada desde dos áreas, la educativa y la laboral, para mejorar los espacios para los estudiantes, docentes, administrativos y directivos, y capacitar a los encargados de liderar los escenarios para que sepan cómo afrontar los casos de violencia de género y cómo actuar.
Así que comprometidos con el bienestar de la Universidad, liderados por la Vicerrectoría de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario pero con todas las dependencias involucradas, en la UTP nos hemos trazado varias metas:
La primera es la de impulsar una cultura ciudadana dentro de la U de tolerancia cero a las violencias de género.
La segunda es la de crear y difundir unas rutas de atención a los casos de violencia de género para que haya reacción y no repetición.
La tercera es brindar una atención integral y llegar a conectar los casos internos con autoridades externas, cuando así se requiera.
La cuarta hacer seguimiento a los casos.
Y finalmente incluir el tema de la diversidad sexual en todos los espacios de formación.
y en cumplimiento de una de esas metas, la de crear y difundir rutas de atención, se hizo el lanzamiento de los Puntos Violeta, una estrategia para tener acceso inmediato y a la mano, ante un caso de violencia de género.
Pablo César Tabares, coordinador del área de salud integral, quien junto a su equipo de trabajo se ha encargado desde la VRSBU de liderar la estrategia de Puntos Violeta, explicó que, “estos lugares físicos ubicados en el Campus, al cual las personas pueden acercarse para hacer las respectivas denuncias de situaciones de violencia y discriminación por condiciones de género. Así mismo para obtener información para tener un fácil ingreso a una ruta de atención. Los Puntos están ubicados en cada uno de los edificios de las facultades, de hecho hay dos o tres Puntos Violeta en cada facultad, adicionalmente en la oficina de Seguridad y Salud en el Trabajo y en la Vicerrectoría de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario”.
En total se instalarán 16 puntos, 12 de ellos ya están funcionando, y las personas encargadas de éstos, ya están capacitadas para la atención, “hemos formado a 23 personas que los decanos y decanas de las facultades sugirieron para ser las que atenderán el sitio” explicó Pablo César Tabares.
Como complemento a la primera asesoría que se hace en el Punto Violeta, que es donde se enruta la atención, hay un equipo de atención psicosocial que es el encargado de dar seguimiento a los procesos, “este grupo está conformado por profesionales en psicología en cada una de las facultades, es decir, los PAI (Programa de Acompañamiento Integral) de cada Facultad, se han formado para recibir la situación y hacer la atención. Pero además en el área de psicología de la Universidad, hay profesionales que pueden atender las situaciones cuando se presentan emergencias. Es decir, estamos cubiertos”, indicó Tabares.
Así mismo hay unos Referentes Violeta, que están trabajando en toda la universidad para hacer detección y prevención de las violencias basadas en género, como parte de esta estrategia de Bienestar Institucional.
Toda la información que se requiera sobre estas estrategias está dispuesta en el área de salud integral de la Vicerrectoría de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario, primer piso.