La Vicerrectoría de Investigaciones, Innovación y Extensión, WIE – UTP, la Facultad de Bellas Artes y Humanidades y el CRIE hacen homenaje a aquellas mujeres que se destacaron en áreas como ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas y artes. Por esto, hoy presenta la biografía de una de ellas.
Rosalind Franklin, Inglaterra, 1920-1958. Destacada científica que jugó un papel fundamental en uno de los descubrimientos más trascendentales del siglo XX para la medicina moderna: la estructura del ADN. El ADN, es una molécula que constituye el componente principal del material genético de los seres vivos y se encuentra en el núcleo de las células, fue objeto de su rigurosa investigación. Desde una temprana edad, Rosalind mostró una gran curiosidad científica.
A pesar de la oposición de su padre a que estudiara en la universidad y de las restricciones impuestas a las mujeres para acceder a ciertas universidades inglesas en aquella época, ingresó a Cambridge para estudiar Química.
Tras obtener su título, trabajó en investigación aplicada en el laboratorio de Física de la misma universidad y colaboró simultáneamente en el desarrollo de máscaras antigás, necesarias durante la Segunda Guerra Mundial. Estas experiencias le permitieron desarrollar sus habilidades como investigadora y obtuvo su doctorado en Química-Física en 1945.
Posteriormente, Rosalind Franklin trabajó en un laboratorio químico en París, donde adquirió conocimientos en técnicas de difracción de rayos X. Estas técnicas permiten determinar la estructura de los compuestos, al aplicar un haz de rayos X a una muestra.
Gracias a su dominio de estas técnicas, logró obtener imágenes detalladas de la estructura del ADN. En 1952, capturó la famosa fotografía conocida como «Foto 51», la cual proporcionó evidencia crucial sobre la estructura helicoidal del ADN. A pesar de su importante contribución a la ciencia, Rosalind no recibió el reconocimiento merecido durante su vida. Fue solo después de su prematura muerte en 1958, cuando la comunidad científica comenzó a valorar plenamente su trabajo.
Cuatro años más tarde, otros investigadores que trabajaron con ella, recibieron el premio Nobel en Medicina, por sus estudios sobre la estructura del ADN, aunque omitieron mencionar el valioso aportede Rosalind.
Su trabajo sentó las bases para posteriores avances en genética y biologíamolecular.