La alegría de volver a encontrarnos en el campus no ha dejado de lado la responsabilidad de cuidarnos como comunidad, según lo analizan los decanos de distintas facultades en el marco del retorno a las clases presenciales este 2022.
El retorno al campus ha sido de contrastes: muchas alegrías, algunas preocupaciones e infinita emotividad han acompañado a la comunidad universitaria durante este primer mes en el que se han dado clases de nuevo en los espacios físicos de la U, que han sido mejorados para darles bienestar a los estudiantes, docentes y administrativos.
En un recorrido por las diferentes facultades, los decanos destacaron que la UTP ha vuelto a la vida y en cada programa están trabajando día a día para brindarle un mundo de inagotables experiencias a toda la comunidad.
Según el decano de la facultad de Ciencias Empresariales, Wilson Arenas, «este retorno tiene varias facetas, ha sido un retorno complejo porque después de dos años hay varios temas de tipo administrativo, nuevas condiciones y contextos que han dado esa complejidad, sin embargo ha sido muy emocionante ver a los compañeros, a los estudiantes y compartir el campus. Tenemos muchas expectativas de integrar los elementos e instrumentos aprendidos durante la virtualidad y que llegaron para quedarse. Ha sido un retorno muy interesante», indicó.
La humanidad ha jugado un papel fundamental en el retorno y por eso el decano de la facultad de Educación destacó este aspecto, «teníamos una expectativa muy grande por el retorno y considerando los procesos que se desarrollaron desde los Comités de Bioseguridad, la mayor es responder a esa confianza que se nos deposita para cuidarnos entre todos. Hemos vuelto al entorno lleno de chicos y aunque tuvimos dificultades con los espacios físicos, particularmente nuestra facultad ha vivido la felicidad de los jóvenes a los que no veíamos hace mucho tiempo. Ahora que la vida nos permitio volver hay que hacer un llamado a vivirla como es, con responsabilidad y bioseguridad. Hasta ahora ha sido maravilloso y los estudiantes en general se han comportado muy bien», indicó Gonzaga Castro, el decano.
Finalmente con una visión racional que es necesaria, el decano de Ingenierías, Alexander Molina, explicó que el anunciado retorno que se hizo como piloto con los grupos de investigación y posgrados se hizo en este facultad, «ya teníamos la experiencia, había mucha expectativa y por fortuna se ha recibido muy bien la presencialidad por parte de estudiantes y profesores. Había agotamiento mental por el confinamiento y esta presencialidad nos ha dado la posibilidad de una interacción que es fundamental para el estado anímico y nos ha permitido retornar a los planes de mejoramiento académico, ya que nuestro plan de estudios y currículo están enfocados a la presencialidad en los laboratorios, semilleros de investigación (donde hemos tenido un florecimiento de investigaciones). Los grupos de afinidad se han ido juntando y lanzan unas iniciativas muy interesantes. Para lo administrativo hemos enfrentado el reto de la virtualidad y la presencialidad, pero todo ha valido la pena por tener una comunidad dinámica como la que tenemos», indicó Cabrera.
La presencialidad ha traido consigo retos y frente a estos las recomendaciones más importantes son las de mantenernos concientes de la necesidad de la responsabilidad con la salud pública, y con disfrutar los espacios renovados, abiertos y dispuestos que tiene la UTP.
Recordemos además que se han hecho esfuerzos parta que este nuevo mes esté disponible y renovada la Cafetería Central (Galpón) y están dispuestos escenarios para departir entre todos los estudiantes, los cuales son la Cafetería La Barrita, ubicada en el edificio 17 en La Julita, la Cafetería de la biblioteca, ubicada entre los bloques 8 y 9, la Cafetería Kafte UTP, ubicada en La Julita, la Cafetería del Jardín Botánico, ubicada en el edificio 11, la Cafetería de Bellas Artes y la Cafetería de Bienestar, ubicada frente al edificio 2.