imagenEl campus de la Universidad Tecnológica de Pereira tiene vestigios arqueológicos de diferentes épocas y en su proceso de expansión son muchos descubrimientos hechos en su interior, nos contó el profesor Carlos Eduardo López Castaño, coordinador del laboratorio de Ecología, Historia y Patrimonio Cultural de la UTP.

El Edificio Interdisciplinario o 13, tiene una estrecha relación con todo ese proceso histórico, ambiental, cultural y arqueológico de nuestra U y justo hoy lo contaremos como parte de “conoce nuestro campus”.

Justo antes de iniciar las obras de construcción del Edificio 13 o interdisciplinario y luego del terremoto que sacudió al eje cafetero en 1999, se adelantaron unos estudios sobre el terreno de la Universidad con hallazgos arqueológicos representados en cerámica, fragmentos y algunos vestigios de rocas asociados con tumbas. También con la Corporación Alemana para el Desarrollo- GTZ se hicieron unos hallazgos claves, cuando se hizo un descapote del terreno en el área sur del campus (por el Guaducto) para habilitar un parqueadero, encontrando también material importante.

Con estos antecedentes y luego de un incidente con una volqueta en diciembre de 2005, se sugirió a la Oficina de Planeación efectuar un estudio de arqueología preventivo, adelantando el trámite ante el Instituto Colombiano de Arqueología, y comenzó el trabajo encontrando 11 tumbas y materiales en piedra y piezas cerámicas.

El material encontrado en diversos puntos del campus es de diferentes épocas, así algunos datan de 9.284 mil años de antigüedad. Las encontradas en este punto como las piezas cerámicas y utensilios de piedra pueden ubicarse de unos 1030 años correspondientes al período precolombino o prehispánico.

Toda esta actividad llevó al proyecto del Circuito Memoria, Patrimonio y Creación que se formuló bajo los lineamientos del Plan de Ordenamiento Territorial del Campus y al Plan de Desarrollo Institucional.

Esto llevó no solo a dejar expuesta una de las tumbas encontradas sino algunas piezas que reposan precisamente en el Edificio 13 denominada “Huellas, formas y rostros ancestrales: Acercamientos al Patrimonio Arqueológico de la UTP, parte de ellas ubicadas en la entrada de los auditorios Sala Magistral 1 y 2.

A través de los proyectos adelantados en el campus previo a las obras de ingeniería, se ha podido evaluar la presencia y el estado de conservación de los objetos arqueológicos, estableciendo un diagnóstico y planteando propuestas de intervención en el marco de un Plan de Manejo Arqueológico del Campus, indicó López Castaño.

Y agregó “se han generado espacios de exhibición en los que se encuentran ubicados los objetos, que forman parte de la colección que custodia la Universidad. Los estudios realizados han fortalecido relaciones con entidades y comunidades que proyectan el rescate patrimonial, la planificación territorial, la educación y la gestión ambiental hacia la sostenibilidad en el marco de los parámetros establecidos por la legislación colombiana y particularmente el Instituto Colombiano de Antropología e Historia”.

Un complejo de edificios

Ante el déficit de aulas existentes, por el crecimiento exponencial de la población estudiantil, las directivas de la UTP iniciaron el proceso para la construcción de una edificación, en la zona sur del Campus, entre el Guaducto y en donde por años funcionó la cancha “Las Canarias”; este complejo de edificios permitía traer al campus a los estudiantes que recibían su formación en instalaciones por fuera del campus.

El proyecto se adelantó en forma sucesiva de acuerdo con la disponibilidad de recursos y se le dio no solo relevancia sino protección y conservación al sitio de los hallazgos arqueológicos, tal como contó la ingeniera Gloria Grajales, miembro del equipo de Gestión Estratégica del Campus y quien vivió de cerca su construcción.

De acuerdo con la tendencia moderna, estas aulas fueron pensadas de manera flexible y con buena capacidad hasta para 50 estudiantes. Y fue pensado como un edificio sistematizado con accesos controlados y en efecto así se hizo, así como también automatizado y con control de consumo de energía y agua.

Su diseño está relacionado al tema arqueológico y de allí los tótems, el reloj solar, el péndulo y la cúpula del actual observatorio, la fuente exterior y las áreas urbanísticas que generan espacios de estancia para la comunidad. Adicionalmente, la edificación por la gran superficie que posee cuenta con paneles solares, que fueron instalados en 2019.

Al finalizar el proyecto quedó con cinco estructuras, 4 edificaciones y una rampa que une el área de la parte norte con el sur.

Originalmente la edificación nació como un Edificio Multifuncional, por las necesidades existentes de diferentes estamentos de la comunidad universitaria: Docentes, administrativos, estudiantes y así se le llamó en un principio, posteriormente se le denominó Interdisciplinario y hoy se le conoce como el Edificio 13.

La edificación alberga además de 18 aulas de clase de gran capacidad para diferentes programas, cuatro salas de sistemas, cuatro ambientes de estudio para el descanso, espacios para profesores y los auditorios Salas Magistral 1 y 2, así como las baterías sanitarias y los servicios que requiere una edificación de este tipo.

En 2008 comenzó la construcción del bloque norte y la rampa, luego el bloque sur y posteriormente el bloque de los auditorios. La última fase fue la estructura sur-sur.

Allí además de salones y espacios para profesores de diferentes programas académicos, la Asociación de Padres de Familia UTP y el Programa de Acompañamiento Integral PAI, el Centro de Gestión Ambiental. Así mismo, se encuentran sitios de interés como el Observatorio Astronómico y el Péndulo de Foucault.

Porque #AquíConstruimosFuturo

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