El pasado 05 de noviembre de 2021 se realizó la cuarta versión de “Lingüística a las calles”, iniciativa coordinada por la profesora Alicia Serna en el programa de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana, con el apoyo de los grupos de investigación Estudios del Lenguaje y la Educación, y Análisis Crítico del Discurso Multimodal —A.C.D.M. En esta versión, hubo un encuentro de voces y de saberes entre los profesores Alex R. Salazar y Mireya Cisneros Estupiñán.
Alex R. Salazar, a partir de un trípode analítico integrado por la historia, la memoria y los relatos, aborda la Colombia de los años 80´s desde la producción del actor, director y guionista Carlos Duplat, puesto que la telenovela y el seriado se han convertido en los narradores tradicionales de la idiosincrasia nacional.
Alex Salazar señala la importancia de la producción de “Amar y vivir”, serie de televisión de 1988, donde Carlos Duplat rompe la narrativa tradicional del melodrama y aborda por primera vez problemas sociales como el gamonalismo y el desplazamiento que evidencian el tránsito de la Colombia rural a la Colombia Urbana; también lleva por primera vez a la pantalla chica la tensión de los ataques con carro bomba, ataques frecuentes en la época por el conflicto entre los carteles. En ese sentido, Duplat a través del relato televisivo, se convierte en testigo y actor de un período histórico de violencia.
Sin dejar a un lado el talento actoral, en “Amar y Vivir” la construcción de personajes ha marcado un hito en la historia de la televisión nacional, por ejemplo, “El Cuéllar”, villano interpretado por Waldo Urrego, es reconocido como uno de los mejores villanos de las producciones televisivas. Igualmente, “El chacho”, interpretado por Horacio Tavera, marca un referente desde la estética, el discurso y la presencia escénica.
Desde los estudios del discurso, la Doctora Mireya Cisneros Estupiñán explica cómo la telenovela colombiana, en virtud de la difusión mediática, ejerce una incidencia en la construcción de imaginarios sociales, la configuración de subjetividades y la resignificación de identidades. A partir de sus estudios sobre telenovelas como “Los Reyes”, “Nuevo rico, nuevo pobre” y “Betty la fea”, Cisneros reconoce que se asiste a un espacio que legitima y valida los estereotipos sobre las clases sociales y se reivindica lo popular. Como discurso, la telenovela apunta a la inclusión de personajes que se identifican mediante un habla que además de darles identidad, les permite llegar a la teleaudiencia y persuadirla. Además, contribuye a la difusión internacional del español que se habla en Colombia a través de las telenovelas que se venden a otros países y que al mismo tiempo con ellas se divulgan las formas de vida y los problemas sociales que aquejan a nuestro país. También, con las telenovelas se generan modas lingüísticas que pueden dar lugar a cambios lingüísticos.
Otro tema abordado por Cisneros es el de las “narcotelenovelas” como “Allá te espero”, “Las muñecas de la mafia”, “El patrón del mal”, “Sin tetas no hay paraíso”, etc., centradas en las vivencias más impactantes ligadas a los horrores del crimen motivado por acontecimientos ligados al narcotráfico. Los productores comprometidos con el índice de audiencia y con las estructuras del sistema dominante, encuentran una justificación en la naturaleza del contacto que desarrollan con los espectadores, al ocuparse de los conflictos que afectan la vida cotidiana. Muchas expresiones que son parte de los relatos de los narcotraficantes, al llegar a la pantalla se constituyen en fórmulas, maneras de decir, locuciones, refranes, tautologías que al volver al núcleo de dónde se originaron, no son las mismas; ellas regresan enriquecidas con los elementos de las narraciones telenovelescas y son repetidas por el colectivo social. De esta manera, la narcotelenovela, se erige como una forma mediática con historias que encarnan problemáticas sociales reales y reproducen imaginarios sociales que se actualizan con el uso de un léxico que tipifica la lengua del “narco” e involucra una visión de mundo.
Después de escuchar al profesor Alex R. Salazar y a la profesora Mireya Cisneros Estupiñán, entendemos que la telenovela de los años 80 y la del presente siglo, no es un elemento inocente ni un elemento que se reduce a simple pasatiempo, con ella se legitiman o se cuestionan ideologías, posturas políticas y modos de vida, y se incide en la construcción de imaginarios sociales. En ese sentido, quedó la invitación a conocer más sobre la telenovela en Colombia y se sugirió conocer las siguientes publicaciones:
Cisneros- Estupiñán, Mireya y Muñoz, Clarena (2014) Los imaginarios sociales en las “narcotelenovelas”.
Cisneros- Estupiñán, Mireya y Muñoz, Clarena (2012) “El afecto, la apreciación y el juicio en el habla de las telenovelas” En: Revista Lenguaje, 2012, 40 (2), 481-505.
Cisneros-Estupiñán, Mireya (2011) “Lenguaje y sociedad en la telenovela colombiana del siglo XXI”. En: Raúl Ávila (editor) (2011). Variación del español en los medios. México, D.F.: El Colegio de México, Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios.
Cisneros-Estupiñán, Mireya; Olave-Arias, Giohanny y Rojas-García, Ilene (2009) El lenguaje de la telenovela en la conducta lingüística de televidentes jóvenes: un estudio de caso. En: Perspectivas de la comunicación Vol. 2 Núm. 2, Universidad de la Frontera, Chile. http://revistas.ufro.cl/ojs/index.php/perspectivas/article/view/71/54
Cisneros-Estupiñán, Mireya (2003) Aproximación al estudio del lenguaje en la telenovela colombiana. En: Revista Litterae, No. 12, 2003, Bogotá: Asociación de Ex alumnos del Instituto Caro y Cuervo. http://lenguajeyeducacion.blogspot.com/2009/07/breve-aproximacion-al-estudio-del_11.html
Igualmente se recomendaron estos trabajos sobre Carlos Duplat escritos por el conferencista invitado, profesor Alex Salazar:
De este modo, la cuarta versión de Lingüística a las calles fue un interesante espacio de diálogo y de encuentro de voces y saberes en torno a un elemento sociocomunicativo que se ha infiltrado en la mayoría de los hogares colombianos: las telenovelas.