En un acto cargado de simbolismo, memoria y proyección hacia el futuro, la Universidad Tecnológica de Pereira realizó la ceremonia de consignación y cierre de las cápsulas del tiempo, un gesto histórico que quedará reservado para las generaciones que celebrarán el centenario institucional en el año 2061.












En la Plazoleta Jorge Roa Martínez, espacio que honra al fundador de la Universidad, directivos, estudiantes, docentes, egresados, colaboradores, exrectores y aliados regionales se reunieron para participar en esta experiencia que reconoce la importancia de preservar la identidad y la memoria de la UTP. Más de cien cápsulas, elaboradas por los distintos estamentos universitarios y por gremios del departamento, fueron depositadas en la bóveda institucional como testimonio de lo que hoy representa la vida universitaria.
La iniciativa de las cápsulas del tiempo nació desde la Facultad de Mecánica Aplicada, donde tomó forma como una propuesta académica y simbólica que buscaba proyectar a la Universidad hacia su centenario. Gracias al aporte y acompañamiento en la gestión por parte de la decana Valentina Kallewaard, junto al respaldo del entonces rector encargado Francisco Uribe, la idea logró trascender y consolidarse como un acto institucional.
Durante su intervención, el rector Luis Fernando Gaviria Trujillo destacó que “la historia de la Universidad es un recorrido que abarca desde su fundación hasta los avances alcanzados hoy, pero también los retos que vienen para la institución”. Señaló que el futuro está impulsado por proyectos estratégicos como el hospital de cuarto nivel, el desarrollo del Salado Consolata y el Centro de Biodiversidad, iniciativas que según afirmó “serán testigos del rumbo histórico y del papel que la institución seguirá desempeñando en la región”.











Cada cápsula resguarda objetos, cartas, fotografías, reflexiones y fragmentos de la cotidianidad de la comunidad en 2025. Estos elementos quedarán sellados hasta 2061, cuando quienes integren la UTP del futuro puedan redescubrir cómo se soñaba, cómo se trabajaba y cómo se sentía pertenecer a la universidad en este momento histórico.
La ceremonia también rindió homenaje a Jorge Roa Martínez, cuyo legado continúa inspirando el crecimiento académico, científico y humano de la institución. El acto contó con la presencia de su hija, Patricia Roa, quien afirmó: “Para nosotros, como familia, es un honor ver cómo la Universidad sigue construyendo sobre el legado que dejó mi padre. Él soñó con una institución dinámica, humana y en permanente transformación, y hoy vemos que ese sueño continúa vivo en cada proyecto y en cada generación de estudiantes”.
Este acto, concebido como una invitación a detenerse, reflexionar y proyectar, se articula con el lema “UTP al Futuro”, resaltando el compromiso institucional con la educación pública, la innovación, la inclusión y la construcción de una sociedad más equitativa.
Durante el acto, Francisco Javier Henao, creador del proyecto Cápsula del Tiempo, destacó el valor simbólico de la iniciativa y el legado que representa para las futuras generaciones. “Este es un día muy especial. Quiero agradecer a todos los que hicieron posible este proyecto y dejar un mensaje para quienes en 2061 abran esta cápsula: siéntanse orgullosos, porque encontrarán un tesoro lleno de historias y anécdotas. Continúen con el legado y que viva la UTP por siempre”, expresó.
Este acto solemne quedará inscrito como un puente entre el presente y el futuro. Porque cada mensaje resguardado hoy será una semilla de inspiración para quienes, en 2061, abran estas cápsulas y encuentren en ellas el testimonio de una universidad que siempre ha creído en su gente, en su historia y en su capacidad de transformar el futuro.









