En el Jardín Botánico de la Universidad Tecnológica de Pereira se llevó a cabo una capacitación teórico-práctica dirigida a los representantes de la red departamental de jardines botánicos de Risaralda. Durante dos jornadas, el 26 de septiembre y el 3 de octubre, los participantes compartieron experiencias, aprendieron sobre manejo de viveros forestales y fortalecieron el trabajo conjunto por la conservación ambiental.




El proyecto liderado por el Jardín Botánico de la UTP y ejecutado a través de FECOMAR con apoyo de la CARDER, hace parte de un proceso de fortalecimiento que desde 2005 impulsa la gestión, conservación, investigación, y educación ambiental en los jardines botánicos del departamento.
En Risaralda existen dos jardines botánicos legalmente constituidos: el de la Universidad Tecnológica de Pereira, reconocido además como centro de ciencia, y el de Marsella. A ellos se suman ocho espacios más de distintos municipios que avanzan en su creación y formalización.
Para este año, el proceso se concentró en cuatro frentes: la georreferenciación de la flora, la caracterización de fauna, los encuentros de intercambio y las capacitaciones en colecta y reproducción de especies nativas.
El encuentro, realizado en el Salón Orquídeas del Jardín Botánico de la UTP, se convirtió en un espacio de aprendizaje colectivo donde la teoría y la práctica se unieron para fortalecer las capacidades técnicas de los equipos locales.
Durante la capacitación se trataron temas como los criterios técnicos e infraestructura necesaria para la implementación de viveros, los procesos administrativos que garantizan su sostenibilidad, el manejo de sustratos y material biológico, nociones básicas de botánico y los aspectos legales relacionados con el manejo de especies. También se hizo énfasis en la identificación de plagas y enfermedades que afectan directamente estos procesos.
“Queremos resignificar lo que es el Jardín Botánico de la Celia”, contó Jerrson Sepúlveda Pulgarín, uno de los participantes. Para él, el taller fue un espacio revelador. “Nos asentaron a la realidad del manejo de un vivero y aprendimos sobre permisos, semillas y sanidad vegetal. Es conocimiento que nos ahorra trabajo y que podemos aplicar a cualquier especie”.
Entre los ejemplos que más llamaron la atención estuvo el caso del cedro negro, una especie nativa cuya germinación depende del momento justo de maduración del fruto, del tiempo del primer brote y de las condiciones adecuadas del vivero.
Además del aprendizaje técnico, la jornada fue un punto de encuentro entre personas que comparten el compromiso de cuidar y restaurar la biodiversidad del departamento. “Estos escenarios de intercambio fortalecen el trabajo conjunto y el sentido de red”, explicó Santiago Nieto, administrador ambiental del Jardín Botánico de la UTP.
Las capacitaciones permitirán que los jardines municipales avancen con mayor solidez en sus procesos de reproducción vegetal y restauración ecológica, con criterios científicos y legales claros.
El fortalecimiento de la red de jardines botánicos no solo busca conservar especies, sino también tejer vínculos entre comunidades, instituciones y territorios. Como explico Santiago, “este evento hace parte del proceso de fortalecimiento de la red departamental de jardines botánicos, donde compartimos conocimiento y generamos espacios de trabajo conjunto para mejorar la gestión ambiental en Risaralda.”