El Centro de Ciencia en Biodiversidad de Risaralda (CIBI) participó en la feria de ciencia del Colegio Salesiano San Juan Bosco, un espacio en el que la comunidad educativa presentó los avances y resultados de sus semilleros de investigación, desde la básica primaria hasta los últimos grados de bachillerato. La jornada tuvo como propósito visibilizar iniciativas en curso y proyectos culminados, además de acercar a niños, niñas y jóvenes a la ciencia como herramienta para resolver problemas reales del entorno.

La feria reunió a estudiantes, docentes y familias en torno a stands, demostraciones y conversaciones abiertas que permitieron socializar metodologías, hallazgos y aprendizajes. En ese contexto, el CIBI realizó una puesta en escena para explicar, de manera clara y cercana, qué es el Centro, cómo trabaja y por qué la biodiversidad es un eje estratégico para el desarrollo sostenible del territorio. La socialización enfatizó que el CIBI no solo tiene alcance local en Dosquebradas, sino que su sentido y beneficios trascienden al Departamento de Risaralda: investigación aplicada, educación ambiental, articulación interinstitucional y divulgación científica pensadas para cuidar los ecosistemas y mejorar la calidad de vida de las comunidades.

Uno de los aspectos más valorados por los asistentes fue el rol de los semilleros de investigación. Desde edades tempranas, los estudiantes exploran preguntas científicas, formulan hipótesis, diseñan experimentos y comunican resultados. Este proceso desarrolla habilidades fundamentales —curiosidad, pensamiento crítico, trabajo en equipo y comunicación— y, al mismo tiempo, conecta la escuela con los retos ambientales del territorio: manejo de residuos, conservación de especies nativas, uso responsable del agua, monitoreo de la calidad del aire, entre otros. Para el profesorado, la feria es también una vitrina pedagógica: permite intercambiar experiencias entre áreas (ciencias naturales, tecnología, matemáticas, lenguaje, ingles) y consolidar prácticas de aula que integren la indagación científica con el contexto local. El CIBI, por su parte, aportó guía conceptual y acompañamiento para que los proyectos estudiantiles dialogaran con agendas regionales de biodiversidad.

Durante la presentación, el equipo del CIBI subrayó que hablar de biodiversidad es hablar de identidad y futuro: ecosistemas andinos y cafeteros, corredores biológicos, cuencas y microcuencas que sostienen el abastecimiento de agua, y una riqueza de flora y fauna que requiere ciencia para ser conocida y gobernanza para ser protegida. El enfoque propuesto fue territorial y participativo: integrar escuelas, familias, instituciones y sector productivo en torno a metas comunes de conservación y uso responsable de los recursos.

La estrategia de puesta en escena buscó romper barreras entre el conocimiento especializado y el público general. A través de ejemplos cotidianos, se mostró cómo la investigación en biodiversidad se traduce en acciones concretas: educación ambiental, monitoreo de especies, restauración de coberturas, soluciones basadas en la naturaleza y cultura ciudadana. Esta aproximación, cercana y práctica, permitió que estudiantes de diferentes edades se apropiaran de conceptos clave y comprendieran su papel como guardianes del territorio.

La participación del CIBI dejó varios resultados pedagógicos y comunitarios:

  • Motivación estudiantil: niñas, niños y jóvenes se vieron como protagonistas de la investigación, capaces de formular preguntas relevantes y comunicar sus hallazgos.
  • Fortalecimiento docente: los equipos de aula encontraron referentes y recursos para seguir integrando la indagación científica a sus planes de estudio.
  • Articulación institucional: la feria funcionó como puente entre la escuela y un centro de ciencia regional, abriendo opciones de acompañamiento, pasantías, clubes de ciencia o actividades extracurriculares.
  • Visión compartida de territorio: se reforzó la idea de que Dosquebradas y, en general, Risaralda pueden posicionarse como territorio de ciencia. 

El CIBI reafirmó su disposición a continuar apoyando procesos escolares que unan investigación, educación y participación. La feria del Colegio Salesiano San Juan Bosco demostró que, cuando la ciencia se acerca al aula con lenguaje claro y retos concretos, se potencia una cultura de curiosidad, evidencia y cooperación que trasciende el evento y se convierte en práctica cotidiana.

En síntesis, la jornada no fue solo una vitrina de proyectos: fue un ejercicio de ciudadanía científica. Al socializar lo que es y representa el CIBI para Dosquebradas y para Risaralda, la feria dejó en claro que la biodiversidad es un patrimonio común y que su cuidado demanda más escuelas investigando, más familias participando y más instituciones tejiendo alianzas duraderas.

Sobre el CIBI: El Centro de Ciencia en Biodiversidad de Risaralda impulsa procesos de investigación, educación y divulgación sobre la riqueza biológica del departamento, con enfoque territorial y de participación comunitaria. Su misión es acercar la ciencia a la ciudadanía para promover decisiones informadas y acciones concretas de conservación y desarrollo sostenible.